El Tesoro del Tiempo
Había una vez tres amigos llamados Lucas, Sofía y Tomás. Siempre habían soñado con viajar en el tiempo y vivir aventuras emocionantes.
Un día, mientras jugaban en el parque, encontraron un extraño objeto brillante que resultó ser una máquina del tiempo. -¡Increíble! ¡Es la oportunidad de nuestras vidas! -dijo Lucas emocionado. -¿Y si nos lleva a lugares peligrosos? -preguntó Sofía preocupada. -No te preocupes, estaremos juntos y podremos superar cualquier obstáculo -respondió Tomás valiente.
Así que los tres amigos decidieron subirse a la máquina del tiempo sin pensarlo dos veces y se encontraron viajando al pasado.
Primero visitaron la época de los dinosaurios y luego se trasladaron a la Edad Media donde conocieron caballeros valientes y princesas hermosas. Pero fue en su tercer viaje en el tiempo donde encontraron algo realmente sorprendente: un cofre lleno de oro y joyas. -¡No podemos creerlo! ¡Somos millonarios! -gritó Lucas emocionado.
-Podemos usar este dinero para ayudar a quienes lo necesitan -sugirió Sofía bondadosa. Así que decidieron regresar a su época actual con todo el tesoro que habían encontrado. Al llegar, invirtieron parte del dinero para crear una empresa innovadora que ayudaría al medio ambiente.
También donaron otra parte para construir escuelas en zonas rurales donde los niños no tenían acceso a educación de calidad. Sin embargo, no todo fue fácil para ellos. Un grupo de ladrones descubrieron su riqueza y comenzaron a perseguirlos.
Pero los tres amigos no se dieron por vencidos y lucharon con valentía para proteger lo que habían ganado. Finalmente, lograron capturar a los ladrones y recuperar su dinero. Además, recibieron una medalla de honor por sus acciones heroicas.
-¡Nunca imaginamos que un simple viaje en el tiempo nos llevaría a vivir tantas aventuras! -dijo Tomás contento. -Sí, pero lo mejor de todo es haber podido ayudar a otros gracias al dinero que encontramos -concluyó Sofía feliz.
Desde ese día, Lucas, Sofía y Tomás se convirtieron en héroes para muchos niños y niñas que los admiraban por su coraje y generosidad. Y así demostraron que la verdadera riqueza no está en el dinero sino en el amor y la amistad.
FIN.