El tesoro del valiente Adrián



Había una vez un niño llamado Adrián que vivía en un pequeño pueblo. Adrián era muy aventurero y siempre estaba explorando nuevos lugares con sus amigos.

Sin embargo, había algo que lo preocupaba: tenía miedo de pedir ir al váter a hacer pipi. Cada vez que estaban jugando o explorando, Adrián sentía esa necesidad urgente de ir al baño, pero le daba vergüenza pedir permiso.

Temía que sus amigos se burlaran de él por tener que interrumpir el juego para usar el váter. Un día soleado, Adrián y sus amigos decidieron aventurarse en el bosque cercano. Mientras caminaban entre los árboles altos y frondosos, la necesidad de Adrián se hizo cada vez más fuerte.

Estaba tan desesperado por encontrar un lugar tranquilo para hacer pipi sin tener que pedir permiso. Finalmente, llegaron a un claro en el bosque donde encontraron una vieja cabaña abandonada. Todos sintieron curiosidad y decidieron entrar a investigar.

Pero justo cuando iban a entrar en la cabaña, Adrián no pudo aguantar más y saltó detrás de unos arbustos para hacer pipi. Mientras tanto, dentro de la cabaña, los amigos de Adrián descubrieron un mapa antiguo colgado en la pared.

Parecía ser un mapa del tesoro con pistas sobre dónde podrían encontrar algo increíble escondido en el bosque. "¡Chicos! ¡Miren esto!", exclamó uno de los amigos señalando emocionado hacia el mapa del tesoro.

Todos dejaron lo que estaban haciendo y comenzaron a estudiar el mapa con entusiasmo. Sin embargo, rápidamente se dieron cuenta de que necesitaban a Adrián para resolver las pistas y encontrar el tesoro. "¿Dónde está Adrián?", preguntó uno de los amigos preocupado.

Mientras tanto, Adrián había terminado de hacer pipi y se estaba lavando las manos en un pequeño arroyo cerca de la cabaña abandonada.

Escuchó la voz de sus amigos llamándolo desde adentro y sintió una mezcla de alegría por haber encontrado un lugar tranquilo para hacer pipi y tristeza por no estar junto a ellos. Decidió superar su miedo y enfrentarlo. Se secó las manos rápidamente y corrió hacia la cabaña, donde encontró a sus amigos esperándolo con impaciencia.

"¡Adrián! ¡Ven aquí rápido!", exclamaron todos al verlo llegar. Adrián se acercó al mapa del tesoro con curiosidad y comenzaron a resolver las pistas juntos.

Cada vez que tenía ganas de ir al váter, pedía permiso sin sentir vergüenza ni miedo. Sus amigos lo apoyaban y entendían que era algo natural. Finalmente, después de seguir todas las pistas del mapa del tesoro, llegaron a un árbol gigante en el centro del bosque.

Allí encontraron una pequeña caja llena de monedas antiguas y joyas brillantes. Todos celebraron emocionados por haber encontrado el tesoro escondido gracias al valor y la valentía de Adrián para pedir ir al váter cuando lo necesitaba.

Aprendieron que no hay nada malo en escuchar nuestras necesidades físicas e incluso pueden llevarnos a grandes aventuras. Desde ese día, Adrián nunca volvió a tener miedo de pedir ir al váter.

Descubrió que sus amigos siempre lo apoyarían y que su bienestar era más importante que cualquier juego o exploración. Y así, Adrián y sus amigos continuaron explorando el mundo juntos, aprendiendo lecciones valiosas y enfrentando cada desafío con valentía.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!