El tesoro devuelto


En la hermosa playa de Parachique, ubicada en el norte de Argentina, vivían dos amigos muy curiosos y aventureros llamados Tomás y Martina.

Les encantaba explorar la playa en busca de tesoros escondidos y pasar horas jugando en la arena. Un día, mientras caminaban por la orilla del mar, Tomás tropezó con algo brillante que sobresalía entre la arena. Al acercarse, descubrieron que eran ¡monedas de oro! Estaban emocionados y no podían creer su suerte.

-¡Mira Martina, hemos encontrado un tesoro! -exclamó Tomás emocionado. Decidieron guardar las monedas en una bolsa y corrieron a contarle a sus padres sobre su hallazgo.

Los adultos se sorprendieron al ver las monedas de oro y les explicaron a los niños lo importante que era ser honestos y devolver lo que encontraron. -Chicos, este tesoro puede pertenecer a alguien más. Sería bueno intentar encontrar al dueño original -les dijo el papá de Martina.

Tomás y Martina asintieron con tristeza sabiendo que debían hacer lo correcto. Decidieron preguntar a los lugareños si habían perdido algún tesoro recientemente.

Después de varios días buscando información, finalmente dieron con un anciano pescador llamado Don José quien les contó una historia increíble. Don José les relató cómo hace muchos años había enterrado un cofre lleno de monedas de oro en esa misma playa como parte de una tradición familiar, pero nunca más pudo encontrarlo.

Los ojos del anciano brillaban con emoción al escuchar sobre el hallazgo de los niños. Tomás y Martina sintieron alegría al haber encontrado al verdadero dueño del tesoro perdido.

Juntos fueron a desenterrar el cofre bajo la atenta mirada del anciano pescador quien no podía contener las lágrimas de felicidad. Al abrir el cofre, vieron las monedas relucientes y Don José les ofreció quedarse con una como recompensa por su honestidad y valentía para devolverle lo perdido.

Los niños aceptaron agradecidos y prometieron seguir explorando la playa juntos en busca de nuevas aventuras. Desde ese día, la historia sobre las monedas de oro encontradas en la playa se convirtió en leyenda en Parachique.

Todos admiraban la nobleza de Tomás y Martina por devolver el tesoro perdido sin dudarlo ni un segundo. Y así, entre risas y juegos, los dos amigos siguieron disfrutando cada día explorando nuevos horizontes con la certeza de que siempre es mejor actuar con honestidad y generosidad hacia los demás.

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