El tesoro escondido de la infancia
En un pequeño pueblo de El Salvador llamado Alegria, vivía una niña llamada Martina. Martina era una niña curiosa y aventurera, a la que le encantaba explorar y jugar en la naturaleza.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Martina descubrió un viejo baúl de madera semienterrado. Con un brillo en los ojos, Martina decidió abrirlo para ver qué había dentro. Para su sorpresa, el baúl estaba lleno de juguetes antiguos y coloridos.
Rápidamente, Martina comenzó a jugar con ellos, descubriendo la magia de los juegos de otras épocas. - ¡Esto es increíble! ¡Qué divertido es jugar con estas reliquias del pasado! - exclamó Martina emocionada.
A partir de ese día, Martina invitó a todos los niños del pueblo a unirse a ella en la exploración y el juego con los juguetes del baúl. Juntos, descubrieron la importancia de jugar, compartir y aprender a través de experimientar la riqueza de la infancia.
Con el tiempo, los juegos los unieron y fortalecieron su amistad, convirtiendo el bosque en su reino de diversión y aprendizaje.
Desde entonces, Martina se convirtió en una defensora de la importancia del juego en la infancia, recordando a todos que los tesoros más valiosos están muchas veces escondidos en la simpleza y la alegría de jugar.
FIN.