El tesoro escondido en Costa Rica


En la Escuela Green House School de Costa Rica, en el tercer grado, se encontraban los niños Fabiola, Tomás, Christian, Sofía, Dominic, Alejandra, Catalina, Benjamín, Liam, Isabella, Carlos, Santiago y Maia.

Todos eran compañeros de clase y amigos que compartían momentos divertidos y aprendizajes juntos. Un día soleado durante el recreo en el patio de la escuela, los niños estaban jugando a la rayuela cuando de repente vieron algo brillante en un rincón del jardín.

Se acercaron curiosos y descubrieron un viejo cofre lleno de tesoros. Estaban emocionados por lo que habían encontrado y decidieron abrirlo.

Al levantar la tapa del cofre apareció un mapa con indicaciones que los llevaría a una aventura inolvidable por las diferentes provincias de Costa Rica. Los niños no podían creer su suerte y sin dudarlo un segundo comenzaron a seguir las instrucciones del mapa.

El primer destino era la provincia de Guanacaste para descubrir sus hermosas playas y aprender sobre la importancia de cuidar el medio ambiente marino. En cada lugar que visitaban dejaban una huella positiva recolectando basura y evitando contaminar. Luego viajaron a Limón donde conocieron la cultura afrocaribeña y disfrutaron de la música tradicional.

Aprendieron sobre la diversidad cultural de su país y valoraron las tradiciones de cada región que visitaban. La siguiente parada fue en Heredia donde exploraron sus bosques nubosos y aprendieron sobre la flora y fauna local.

Descubrieron la importancia de conservar los ecosistemas naturales para proteger a las especies en peligro de extinción. Después llegaron a Cartago donde visitaron las ruinas arqueológicas y aprendieron sobre la historia precolombina de Costa Rica.

Valoraron el legado dejado por las civilizaciones antiguas y comprendieron la importancia de preservar el patrimonio cultural. Finalmente llegaron a San José, la capital del país, donde celebraron su última parada con una fiesta llena de alegría y gratitud por todas las experiencias vividas.

Los niños se abrazaron emocionados sabiendo que esta aventura los había unido aún más como amigos inseparables.

De regreso a casa en la Escuela Green House School, los niños guardaron el mapa en el cofre junto con todos los tesoros que habían recolectado en su travesía. Prometieron seguir explorando juntos nuevos horizontes llenos de aprendizaje e amistad para siempre jamás. "¡Qué increíble aventura hemos vivido juntos!", exclamó Fabiola emocionada.

"Sí! Y todo gracias a nuestra curiosidad e espíritu aventurero", respondió Tomás con entusiasmo. "Aprendimos tanto sobre nuestro hermoso país mientras nos divertíamos", agregó Christian sonriendo. "Sin duda esta será una experiencia inolvidable para todos nosotros", dijo Sofía mirando al grupo con cariño.

"¡Y qué bien nos llevamos cuando trabajamos juntos como equipo!", expresó Dominic orgulloso. "Así es chicos, juntos podemos lograr grandes cosas", afirmó Alejandra con convicción. "Gracias por ser tan buenos amigos", dijo Catalina abrazando al grupo emocionada.

"¡Aventuras como estas son las que hacen nuestra infancia inolvidable!", exclamó Benjamín contento. - Liam asintió feliz diciendo: "Crecimos mucho como personas gracias a este viaje". - Isabella añadió: "Nunca olvidaremos todo lo aprendido ni estos momentos compartidos".

- Carlos miró al horizonte pensativo antes decir: "Costa Rica es realmente maravillosa". - Santiago concluyó diciendo: "Y nosotros somos unos privilegiados por haberla recorrido juntos".

Los niños se abrazaron nuevamente sintiendo una conexión especial entre ellos después de haber vivido aquella increíble aventura. Sabían que siempre tendrían esos recuerdos guardados en sus corazones como un tesoro invaluable que los acompañaría toda su vida.

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