El tesoro interior


Había una vez un niño llamado Juan que vivía en una pequeña casa con su familia. A pesar de tener muy poco, siempre se las arreglaban para ser felices y disfrutar de la vida juntos.

Un día, mientras jugaba en el parque, Juan encontró un extraño objeto brillante en el suelo. Era un iPhone, algo que nunca había visto antes.

Al principio no sabía qué hacer con él, pero luego decidió llevárselo a casa para mostrarlo a sus padres. "¡Mamá, papá! Miren lo que encontré en el parque", exclamó Juan emocionado. "¿Qué es eso?" preguntó su padre sorprendido al ver el teléfono. "Es un aifon" respondió Juan orgulloso.

A partir de ese momento, todo cambió para Juan. El iPhone se convirtió en su nuevo mejor amigo y pasaba horas y horas jugando con él. Se olvidó de sus amigos del barrio y se encerraba en su habitación todo el tiempo.

Sus padres intentaron hablar con él varias veces, pero Juan estaba demasiado ocupado mirando videos y jugando juegos en su teléfono. "Juanito querido ¿por qué no sales a jugar con tus amigos? Ellos te extrañan. " dijo su mamá preocupada.

"No tengo ganas mamá, estoy muy entretenido aquí" respondió Juan sin levantar la vista del celular. Pero lo que no sabía era que estaba perdiendo mucho más de lo que ganaba.

Sus notas empezaron a bajar porque no estudiaba lo suficiente y dejó de lado sus hobbies como tocar la guitarra o leer libros interesantes. Un día, mientras estaba sentado solo en su habitación, el iPhone dejó de funcionar. Juan trató de arreglarlo pero no tuvo éxito.

Fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que había perdido al estar obsesionado con su teléfono. "¿Qué voy a hacer ahora sin mi aifon?" se preguntaba Juan desesperado. Pero la vida le tenía preparada una sorpresa.

Al día siguiente, mientras caminaba por el parque, encontró un libro abandonado en una banca. Decidió llevárselo y empezar a leerlo esa misma noche. A partir de ese momento, todo cambió para Juan otra vez.

El libro lo hizo soñar con mundos maravillosos y aventuras emocionantes. Volvió a tocar la guitarra y se reencontró con sus amigos del barrio. "Juanito, estamos muy orgullosos de ti" dijo su mamá sonriente.

"Sí hijo, has vuelto a ser el niño feliz que siempre fuiste" agregó su papá con una sonrisa en la cara.

Y así fue como Juan aprendió que hay cosas más importantes que los objetos materiales y que lo verdaderamente valioso está dentro de uno mismo: la creatividad, las relaciones humanas y las experiencias únicas e irrepetibles que hacen nuestra vida especial.

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