El tesoro peligroso


Había una vez tres hermanitos que vivían solos en un bosque. El mayor se llamaba Juan, el del medio era Sofía y la más pequeña se llamaba Ana.

Sus padres habían muerto en un accidente de coche y ellos tuvieron que aprender a sobrevivir por su cuenta. Durante los primeros días, los hermanitos estaban muy asustados.

No sabían cómo conseguir comida o agua limpia, pero poco a poco fueron aprendiendo a pescar, cazar y recolectar frutas del bosque. También construyeron una pequeña cabaña donde podían dormir cómodamente. Un día, mientras Juan estaba cazando en el bosque, encontró una bolsa llena de monedas de oro.

Los hermanitos no podían creerlo ¡nunca habían visto tanta riqueza! Decidieron guardar las monedas para usarlas en caso de emergencia. Pero pronto descubrieron que tener tanto dinero también tenía sus desventajas cuando unos ladrones llegaron al bosque buscando su tesoro.

Los hermanitos lograron escapar corriendo hacia su cabaña y bloquearon la puerta con todo lo que tenían a mano. "¿Qué hacemos ahora?" -preguntó Sofía temblorosa. "Tenemos que pensar rápido" -respondió Juan-. "Creo que tenemos suficiente tiempo para salir por la ventana trasera e irnos hacia el pueblo cercano.

"Los hermanitos salieron sigilosamente por la ventana trasera y comenzaron a caminar hacia el pueblo mientras los ladrones intentaban entrar por la puerta principal de la cabaña. Finalmente llegaron al pueblo y buscaron ayuda en la comisaría.

Los policías los ayudaron a recuperar su tesoro y capturaron a los ladrones. Los hermanitos aprendieron una valiosa lección: el dinero puede ser útil, pero también puede atraer problemas peligrosos.

Desde ese día, decidieron usar su riqueza con sabiduría y siempre estar preparados para cualquier situación de emergencia. Así, Juan, Sofía y Ana vivieron felices en su pequeña cabaña del bosque, sabiendo que podían enfrentarse a cualquier desafío juntos.

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