El tesoro perdido de Catalina



Catalina era una niña curiosa y un poco olvidadiza. Tenía una muñeca favorita a la que llamaba Rosita, y siempre la cuidaba con mucho amor.

Un día, mientras jugaba en su habitación, guardó a Rosita en un lugar especial para que estuviera a salvo. Sin embargo, al día siguiente, ¡no podía recordar dónde la había dejado! Catalina buscó por todas partes, pero la muñeca no aparecía, lo que la llenó de angustia y tristeza.

"¡Mamá, no puedo encontrar a Rosita! Estoy muy preocupada, ¿qué voy a hacer? -exclamó Catalina con lágrimas en los ojos. Su mamá la abrazó con cariño y le dijo: "Tranquila, Catalina. A veces, las soluciones llegan cuando menos las esperamos".

Esa noche, mientras Catalina se preparaba para dormir, escuchó un ruido extraño que venía del jardín. Con valentía, decidió investigar y descubrió a un pequeño pájaro azul que revoloteaba cerca de una maceta. El pájaro parecía querer decirle algo.

Catalina se acercó con curiosidad y vio que el pájaro tenía algo en el pico. ¡Era Rosita, su muñeca favorita! El pájaro la había encontrado y la había traído de vuelta.

Catalina no podía creerlo, ¡estaba tan feliz! Desde ese día, Catalina aprendió que, aunque a veces las cosas parezcan perdidas, siempre hay esperanza y que, con un poco de ayuda y perseverancia, todo puede resolverse. Agradecida, prometió cuidar aún más a su amada Rosita, y nunca más olvidar dónde la guardaba.

FIN.

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