El tesoro perdido de la escuela


En la escuela San Martín, un grupo de amiguitos, Tomás, Jazmín, Martina y Mateo, estaban ansiosos por las vacaciones de invierno.

Pero su maestra, la Señorita Lucía, les anunció que debían quedarse una semana más para ayudar a limpiar la escuela. Los chicos no estaban muy contentos con la noticia, pero la Señorita Lucía les aseguró que iban a vivir una increíble aventura.

"Vamos a convertir la limpieza en una búsqueda del tesoro perdido de la escuela", les dijo la Señorita Lucía con una gran sonrisa. Los chicos se entusiasmaron al instante y se dispusieron a buscar pistas por todo el edificio. Durante la búsqueda, enfrentaron desafíos como resolver acertijos, encontrar llaves escondidas y descifrar mapas antiguos.

Encontraron pistas en lugares inesperados, como detrás de los pupitres, en los rincones del patio y hasta en el techo. Con ingenio y cooperación, los chicos lograron superar cada obstáculo.

Finalmente, descubrieron que el tesoro perdido era una colección de cuentos escritos por exalumnos de la escuela. Este tesoro no solo representaba un gran valor sentimental, sino que también inspiró a los chicos a crear sus propias historias.

Con la escuela reluciente y sus corazones rebosantes de imaginación, los chicos celebraron su logro con una gran fiesta. La Señorita Lucía les recordó que, a veces, las mejores aventuras se encuentran en los lugares más inesperados y que trabajar en equipo siempre trae grandes recompensas.

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