El Tesoro Perdido del Bosque Encantado
Había una vez una niña llamada Mariana, quien tenía dos hermanos mayores, Tomás y Lucía. Lamentablemente, Tomás y Lucía siempre trataban a Mariana de manera horrible. Le hacían bromas pesadas, le quitaban sus juguetes y la insultaban constantemente.
Mariana se sentía muy triste por el maltrato de sus hermanos. Siempre se preguntaba por qué no podían llevarse bien como otras familias.
Pero en lugar de dejarse vencer por el dolor, decidió que haría todo lo posible para cambiar la situación. Un día, mientras caminaba cerca del río, Mariana encontró un pequeño libro mágico abandonado en la orilla. Al abrirlo, descubrió que podía hacer realidad cualquier deseo que escribiera en sus páginas.
Llena de esperanza y emoción, Mariana pensó: "Quiero que mis hermanos sean amables conmigo". Rápidamente escribió su deseo en el libro mágico y cerró los ojos con fuerza. Cuando abrió los ojos nuevamente, algo increíble había sucedido.
Tomás y Lucía estaban actuando completamente diferentes. Se disculpaban por todas las cosas malas que le habían hecho a Mariana y prometieron ser mejores hermanos desde ese momento en adelante. Mariana estaba feliz pero también sorprendida por el cambio repentino en sus hermanos.
Aunque disfrutaba de su nueva relación cercana con ellos, no pudo evitar preguntarse si realmente era real o solo otra broma cruel.
Con el paso del tiempo, sin embargo, Mariana se dio cuenta de que Tomás y Lucía realmente habían cambiado. Ya no le quitaban sus juguetes, ni la insultaban. En su lugar, pasaban tiempo juntos, compartiendo risas y ayudándose mutuamente. Un día, mientras los tres hermanos caminaban por el parque, se encontraron con un perrito abandonado.
Estaba sucio y asustado, pero Mariana sintió una conexión inmediata con él. "-¡Miren este perrito! ¡Está tan triste!", exclamó Mariana emocionada. Tomás y Lucía también se preocuparon por el perro.
Juntos decidieron llevarlo a casa y cuidarlo hasta encontrarle un hogar cariñoso. A medida que cuidaban del perro juntos, Mariana notó cómo Tomás y Lucía mostraban cada vez más compasión hacia los demás seres vivos.
Aprendieron a ser responsables al alimentarlo y sacarlo de paseo todos los días. Con el tiempo, el perro comenzó a confiar en ellos y les mostró su amor incondicional.
Esto hizo que Tomás y Lucía comprendieran lo importante que era tratar bien a los demás seres vivos, incluyendo a su propia hermana. Desde ese momento en adelante, Mariana nunca más fue maltratada por sus hermanos mayores. Descubrieron que podían tener una relación llena de amor y respeto entre ellos.
La historia de Mariana nos enseña que incluso en las situaciones más difíciles es posible cambiar las cosas para mejor cuando se tiene esperanza e intentamos entender a los demás. También nos muestra la importancia de tratar a todos con amabilidad y compasión, ya sean humanos o animales.
FIN.