El tesoro perdido del mapache misterioso



Había una vez dos amigos llamados Susy y Guille, quienes siempre estaban en busca de aventuras. Un día, decidieron salir a explorar el bosque que se encontraba detrás de sus casas. Al principio, todo parecía normal y divertido.

Los árboles eran altos y frondosos, el aire fresco les llenaba los pulmones y los pájaros cantaban melodías hermosas. Pero conforme avanzaban más adentro del bosque, comenzaron a notar cosas extrañas.

"¿Has visto eso?" preguntó Susy mientras señalaba hacia un arbusto que se movía por sí solo. "Sí... creo que es un animal" respondió Guille con voz temblorosa. Continuaron caminando hasta que llegaron a un claro donde encontraron una cueva misteriosa.

Decididos a explorarla, entraron con cautela hasta que escucharon unos ruidos extraños provenientes del fondo de la cueva. "¡Escucha! ¿Qué es ese sonido?" preguntó Susy alarmada. "No lo sé... pero creo que deberíamos irnos" respondió Guille asustado.

Justo cuando iban a salir corriendo de la cueva, apareció un mapache pequeñito pero valiente quien les explicó que estaba buscando su hogar perdido en el bosque.

Al ver lo triste que estaba el mapache al no encontrar su casa, Susy y Guille decidieron ayudarlo en su búsqueda. Después de mucho caminar y buscar juntos en diferentes lugares del bosque sin éxito alguno, decidieron volver al claro donde habían encontrado la cueva para descansar un poco antes de seguir buscando.

Fue entonces cuando notaron algo extraño en la cueva. Una luz brillante los llamó la atención y al acercarse para investigar, encontraron un cofre lleno de tesoros. "¡Guau! ¡Mira todo lo que hay aquí!" exclamó Susy emocionada.

"Sí, pero ¿por qué alguien dejaría un tesoro así abandonado en una cueva?" preguntó Guille con curiosidad. Fue entonces cuando el mapache recordó algo muy importante.

Había visto a un zorro sospechoso merodeando por esa zona del bosque y creía que podía tener relación con el tesoro encontrado en la cueva. Decididos a resolver el misterio del tesoro, los tres amigos siguieron las huellas del zorro hasta encontrarlo escondido detrás de unos arbustos.

Con astucia y valentía, lograron recuperar el tesoro robado y devolverlo a su legítimo dueño: una familia de conejos que había sido víctima del zorro malvado. Después de haber resuelto este misterio tan emocionante, finalmente encontraron la casa perdida del mapache quien les agradeció infinitamente por su ayuda.

"Gracias chicos, nunca olvidaré lo amables y valientes que fueron al ayudarme" dijo el pequeño mapache mientras se despedían para volver a sus hogares. Susy y Guille regresaron felices a sus casas sabiendo que habían vivido una gran aventura juntos en el bosque.

Y aunque no sabían qué más podrían encontrar en ese lugar mágico, estaban seguros de que siempre estarían listos para enfrentar cualquier reto con valentía y amistad.

FIN.

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