El tesoro verde de Pancho



Había una vez en un lejano castillo, un ratoncito llamado Pancho. Pancho vivía en la cocina del castillo, donde encontraba restos de comida para poder alimentarse. Sin embargo, últimamente la comida escaseaba y Pancho pasaba hambre.

Un día, mientras buscaba algo que comer, escuchó a lo lejos a los habitantes del castillo hablar sobre la difícil situación económica que estaban atravesando.

La reina había anunciado que debido a la crisis, tendrían que reducir gastos y muchos servidores serían despedidos. Pancho se preocupó al escuchar esto, ya que sabía que si despedían a los servidores no habría restos de comida para él. Decidió entonces hacer algo al respecto.

Se puso su capa roja y su sombrero negro y salió en busca de una solución. Caminando por los pasillos del castillo, Pancho escuchó a dos guardias hablar sobre un tesoro escondido en las profundidades del bosque encantado.

Sin dudarlo, decidió emprender un viaje hacia el bosque para encontrar ese tesoro y así poder ayudar a sus amigos del castillo. Al llegar al bosque encantado, Pancho se encontró con criaturas mágicas y desafíos inesperados.

Pero con valentía y astucia logró superar cada obstáculo hasta llegar al lugar donde se encontraba el tesoro. Al abrirlo, descubrió que no era oro ni joyas lo que contenía, sino semillas de plantas exóticas y desconocidas. Pancho entendió entonces cuál era el verdadero tesoro: la naturaleza y sus frutos.

Decidió llevar las semillas de regreso al castillo y con la ayuda de los demás animales del lugar crearon un hermoso huerto donde cultivaban alimentos frescos y saludables para todos.

La reina quedó impresionada por la iniciativa de Pancho y decidió premiarlo nombrándolo como el guardián del huerto real. Desde ese día, Pancho nunca más volvió a pasar hambre ni permitió que nadie más en el castillo lo hiciera.

Y así, gracias a la solidaridad, valentía y trabajo en equipo de Pancho y sus amigos, el problema de la pobreza en el castillo fue superado y todos pudieron vivir felices y bien alimentados para siempre.

"¡Gracias por enseñarnos el valor de compartir y cuidar nuestro entorno!", dijo la reina emocionada. "No hay nada más valioso que trabajar juntos por un bien común", respondió Pancho con orgullo. Y colorín colorado este cuento solidario ha terminado.

FIN.

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