El tiburón en la arena

Mateo, un niño aventurero de 8 años, estaba paseando en su bicicleta por la playa en un soleado día de verano. Mientras pedaleaba por la orilla, divisó algo inusual en la arena.

Al acercarse, se dio cuenta de que era un tiburón varado. Alarmado, Mateo bajó de su bicicleta y se acercó lentamente al tiburón. - ¿Estás bien, señor tiburón? - preguntó Mateo con preocupación.

El tiburón, sorprendido por la amabilidad del niño, le respondió: - ¡Sí! ¡Estoy bien, solo me confundí y quedé atrapado aquí! Mateo, sin temor, decidió ayudar al tiburón. Con esfuerzo, juntos lograron empujar al tiburón de regreso al mar.

El tiburón, agradecido, le dijo a Mateo: - ¡Gracias, amiguito! ¡Has demostrado que la amabilidad y el valor pueden hacer grandes cosas! Desde ese día, Mateo y el tiburón se hicieron amigos, y el tiburón lo protegió siempre que Mateo iba a nadar.

La valentía y amabilidad de Mateo se convirtieron en un ejemplo para todos en la playa.