El tiburón que encontró la bondad en el mar



En lo más profundo del océano, vivía un tiburón llamado Trueno. Trueno era temido por todos los habitantes del mar, ya que solía asustar a los demás animales y tomar su comida.

Un día, mientras Trueno nadaba en busca de su próxima presa, se cruzó con un pulpo llamado Octavia. -Hola, tiburón -dijo Octavia con una sonrisa amable. -¿Qué haces merodeando por aquí? -Nada que te incumbe, pulpo -respondió Trueno con arrogancia. -Solo estoy buscando algo para comer.

-Entiendo, pero tal vez podríamos conversar un poco en lugar de pelear -propuso Octavia. Trueno nunca había tenido una charla amigable con nadie en el océano, así que decidió escuchar a Octavia.

A medida que conversaban, Trueno comenzó a darse cuenta de que Octavia no era como él pensaba. La amabilidad y la inteligencia del pulpo lo sorprendieron. Después de despedirse de Octavia, Trueno se encontró con una tortuga anciana y sabia llamada Donatella.

-¿Qué te pasa, pequeño tiburón? -preguntó Donatella con voz suave. -No estoy de humor para charlar. Solo quiero cazar y asustar a los demás -respondió Trueno. -Eso es lo que dices, pero sé que también puedes ser amable si te lo propones -aseguró Donatella. Trueno se quedó pensativo.

Las palabras de Octavia y Donatella comenzaron a resonar en su mente. Al día siguiente, Trueno se acercó a un grupo de peces payaso que jugaban alegremente en los arrecifes. -Hola, amigos -dijo Trueno tímidamente.

-¿Podría unirme a su juego? Los peces payaso lo miraron con desconfianza al principio, pero luego aceptaron la invitación de Trueno. Jugaron y rieron juntos, y Trueno se sintió más feliz de lo que recordaba haberse sentido.

A medida que Trueno pasaba tiempo con los demás animales del mar, aprendía de ellos. Aprendió amabilidad de Octavia, sabiduría de Donatella y alegría de los peces payaso. Finalmente, Trueno se convirtió en un defensor del océano, protegiendo a sus amigos de los peligros en lugar de asustarlos.

Los habitantes marinos celebraron la transformación de Trueno y lo aceptaron como uno más entre ellos. Desde ese día, el tiburón Trueno enseñó a los demás que las segundas oportunidades y el cambio son posibles para todos.

Y juntos, crearon un océano donde la amistad y el respeto reinaban para siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!