El Tigre que Aprendió a Ser Amigo
En lo profundo de la selva, donde los arboles eran más altos que las nubes y los ríos corrían como cintas de plata, vivía un tigre llamado Tigo. Tigo era ágil y rápido, y sus rayas naranjas resplandecían bajo los rayos del sol. Sin embargo, había un problema: muchos animales en la selva lo veían como una amenaza. Ellos creían que, por ser un tigre, solo quería cazar.
Un día, mientras Tigo corría por su territorio, se encontró con un grupo de animales que hablaban entre sí. Eran un ciervo llamado Ciri, una tortuga llamada Tula y un pájaro que siempre cantaba llamado Canto. Tigo se acercó curioso.
- “¿Por qué están tan asustados? ” - preguntó Tigo.
- “Porque eres un tigre, y todos sabemos lo que los tigres hacen”, - respondió Ciri, temblando.
- “No todos los tigres son iguales. Yo no quiero hacerles daño”, - contestó Tigo con sinceridad.
- “Claro, claro. Todos dicen eso antes de convertirse en el cazador,” - dijo Tula con tono escéptico.
Tigo sintió en su corazón que debían entenderlo, así que decidió demostrarles que podía ser un amigo, no un enemigo.
- “¿Qué tal si jugamos un juego juntos? Así pueden conocerme mejor,” - sugirió Tigo con entusiasmo.
Ciri y Tula se miraron, dudosos. Pero Canto se animó:
- “¡Me parece una genial idea! Podríamos jugar al escondite.”
Así que eligieron un gran árbol como base y comenzaron a jugar. Tigo, con su gran agilidad, fue un excelente buscador, pero nunca atacó a nadie. Los otros animales, al ver su manera de jugar, comenzaron a reír y a disfrutar con él.
Pasaron horas jugando, y cuando ya estaban cansados.
- “¡Eso fue divertidísimo! ” - gritó Ciri, olvidando su miedo y convirtiéndose en un buen amigo.
Pero la paz duró poco. Un día, un grupo de cazadores llegó a la selva, armados con trampas y rifles. Los animales, alarmados, se reunieron en guerra.
- “¡El tigre nos ayudará! ¡Él es fuerte! ” - dijo Canto, recordando cómo Tigo les había mostrado que podía ser un amigo.
Entonces decidieron pedir ayuda a Tigo.
- “Tigo, necesitamos tu fuerza. Los cazadores han venido a llevarnos. ¿Puedes ayudarnos? ” - pidió Tula, aún un poco temerosa.
Tigo, al escuchar esto, se sintió con el corazón lleno de determinación.
- “¡Claro que sí! Juntos, podemos proteger nuestra casa,” - respondió Tigo sin dudar.
Así que Tigo, Ciri, Tula y Canto tejieron un plan. Tigo usaría su velocidad para distraer a los cazadores, mientras Ciri guiaría a los otros animales a un lugar seguro. Tula, por su parte, había visto que los cazadores solo siguieron las huellas y los ruidos que hacían.
El día del enfrentamiento, Tigo corrió y saltó, haciendo ruido. Los cazadores lo siguieron, mientras los demás animales se escabullían hacia un lugar seguro.
- “¡Miren, está allí! ” - gritó uno de los cazadores.
Pero Tigo, corriendo velozmente, empezó a guiar a los cazadores hacia el barro y las trampas que habías dejado olvidadas.
- “¡Cuidado! ” - gritó Canto.
Los cazadores, al ver que tropezaban y se caían, empezaron a frustrarse.
- “¡Este tigre es más astuto de lo que pensamos! ” - murmuro uno de los cazadores.
Finalmente, Tigo llevó a los cazadores a un pantano donde se quedaron atrapados.
- “¡Tenemos que irnos! ” - dijo uno de ellos.
Los animales se reunieron de nuevo y celebraron su victoria.
- “Nunca pensé que un tigre pudiera ser nuestro héroe,” - dijo Ciri emocionado.
Desde ese día, Tigo no solo fue conocido como un tigre, sino como el guardián de la selva, y todos los animales aprendieron que no hay que juzgar a los demás por su apariencia.
Así, la amistad floreció en la selva, y juntos vivieron en armonía, protegiendo su hogar y aprendiendo que los verdaderos amigos están siempre dispuestos a ayudar.
Y así, el colorido de la selva brilló más que nunca, lleno de risas y amistad, todo gracias a un tigre que decidió ser amigo en lugar de enemigo.
FIN.