El tigre valiente en el bosque nevado



En un hermoso bosque cubierto de nieve, un valiente tigre llamado Simón acechaba a su presa. Simón era un tigre curioso y decidido que siempre buscaba nuevas aventuras. Esta vez, estaba siguiendo las huellas de un ciervo, que era su presa favorita. El tigre se deslizaba entre los árboles, con sus ojos brillando de emoción, mientras el suave manto blanco lo cubría todo.

El tigre avanzaba en silencio, con su pelaje anaranjado resaltando sobre la nieve. De repente, el ciervo se detuvo y levantó la cabeza, olfateando el aire. Simón se agazapó entre los arbustos, preparado para el ataque. Pero antes de que pudiera moverse, escuchó una voz suave a su lado.

- ¡Espera, Simón! -dijo una liebre llamada Laura, que apareció de entre la maleza. - No te apresures, el ciervo es más rápido que tú.

El tigre miró con sorpresa a la liebre. Nunca antes había recibido consejos de un animal tan pequeño. Sin embargo, decidió escuchar lo que Laura tenía para decir. La liebre le contó que había observado al ciervo desde su madriguera y que había descubierto una manera de acercarse sin ser visto.

El tigre asintió, impresionado por la astucia de la liebre, y juntos idearon un plan para atrapar al ciervo. Laura conocía todos los rincones del bosque y eso les fue de gran ayuda. Trabajaron en equipo, aprovechando las habilidades de cada uno.

Finalmente, con paciencia y estrategia, lograron acorralar al ciervo. En lugar de atacarlo, Simón miró al ciervo a los ojos y le habló con calma. Le explicó que entendía sus miedos y que no quería hacerle daño. El ciervo, sorprendido por las palabras del tigre, decidió confiar en él.

Simón liberó al ciervo y en agradecimiento, el ciervo le prometió que siempre alertaría a los animales del bosque sobre su presencia, para que no se asustaran cuando él estuviera cerca. Así, el tigre ganó no solo una presa, sino también el respeto y la amistad de los demás habitantes del bosque.

Desde ese día, Simón comprendió que la astucia y la valentía no siempre implicaban la fuerza bruta, sino también el ingenio, la paciencia y el trabajo en equipo. Y así, el tigre valiente se convirtió en un ejemplo para todos los animales del bosque.

FIN.

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