El Torneo de Diversión y Amistad
Era un día soleado en la casa de Jaime, un niño de 6 años lleno de energía y siempre a la búsqueda de nuevas aventuras. En su habitación, tenía un tesoro inigualable: Forky, el famoso tenedor suyo de la película de Toy Story, junto a un grupo de héroes conocidos como los Superthings. Jaime miraba a sus amigos y dijo:
"¡Chicos, hoy es un gran día para una aventura!"
"Sí, Jaime!" respondió Forky. "¡Deberíamos hacer algo divertido!"
Mientras pensaban en qué hacer, de repente, escucharon un sonoro rugido que venía del jardín. Era Dino V-Rex, un dinosaurio de juguete que solía ser parte de sus partidas de batalla. Pero hoy parecía estar de muy buen humor.
"¡Hola, amiguitos! Vengo a proponerles un torneo!" exclamó Dino V-Rex emocionado.
"¿Un torneo?" preguntó Joneo, el Superthing más astuto. "¿De qué se trata?"
"De diversión, amistad y... ¡chocolate!" dijo Dino entre risas.
Todos los amigos comenzaron a saltar de alegría.
"¡Me encanta el chocolate!" gritó Perikoke, otro Superthing que no podía resistirse al dulce sabor.
"También a mí!", dijo Mario con un guiño, mientras Luigi asentía.
Jaime propuso un lugar en el jardín donde podrían construir una casa de chocolate. Todos acordaron con entusiasmo. Pero primero, tenían que prepararse para el torneo.
Así, el primer desafío fue una carrera de obstáculos en la que debían trabajar en equipo.
"¡Cada uno tiene una habilidad especial!" mencionó Forky.
"Yo puedo ayudar con la organización y las estrategias", alegró Joneo.
El torneo comenzó, y todos se esforzaron al máximo. Pero, justo cuando estaban a punto de ganar, un pequeño descuido los llevó a tropezar todos al mismo tiempo, cayendo en un charco de caca.
"¡Ay no! Esto no es chocolate" se quejó Mario, mientras todos reían de la situación a pesar del pequeño desastre.
"Pero esto también es parte de la diversión. No tenemos que preocuparnos", dijo Jaime, tratando de ver el lado positivo.
Entonces decidieron continuar. Cada uno se unió para ayudar a limpiar y seguir adelante. Al final del desafío, aprendieron que los errores y las caídas son parte de cualquier aventura.
El siguiente desafío fue un juego de preguntas sobre lo que significaba la verdadera amistad. Aquí, cada uno compartió lo que admiraba en los demás.
"A mí me encanta cómo siempre me ayudas a seguir adelante, Forky" dijo Jaime.
"Y yo aprecio lo creativos que son Mario y Luigi cuando hacemos nuestras misiones", contestó Forky.
Finalmente, después de un largo día de competencia y diversión, llegó el momento de la sorpresa.
"¡Es hora de construir nuestra casa de chocolate!", anunció Dino V-Rex.
Todos trabajan juntos, usando sus habilidades. Rieron, compartieron chistes y, cuando terminaron, la casa de chocolate brillaba bajo el sol.
"¡Quedó espectacular!" exclamó Joneo.
"¡Y está lista para la fiesta!" agregó Perikoke.
Al caer la tarde, todos se sentaron alrededor de la casa de chocolate, disfrutando de un merecido festín.
"Esto fue más que un torneo, ¡fue un día increíble!" dijo Jaime, recordando todas las etapas de la aventura.
"Sí, lo mejor fue que lo hicimos juntos", reflexionó Mario.
Jaime se dio cuenta de que en cualquier aventura, lo más importante no era ganar, si no vivir cada momento al lado de los amigos y aprender de cada experiencia.
El día culminó con risas, historias compartidas y un inolvidable corazón lleno de alegría.
"¡Quiero otro torneo!" exclamó Forky mientras todos comían chocolate.
"¡Yo también!" gritaron al unísono, sabiendo que siempre habría nuevas aventuras por vivir juntos.
Y así, Jaime y sus amigos se despidieron esa noche, ansiosos por sus próximas aventuras.
FIN.