El Torneo de los Expulsados



Un día, luego de la escuela, decidieron ir a jugar al fútbol en el parque cercano. Pero cuando llegaron allí, se encontraron con un grupo de niños mayores que ya estaban jugando en la cancha.

"¡Ey! ¿Qué están haciendo aquí? Esta cancha es nuestra", dijo uno de los niños mayores. "Solo queremos jugar un rato, no les vamos a molestar", respondió Juan Cruz. Pero los niños mayores no quisieron escucharlos y empezaron a empujarlos para sacarlos de la cancha.

Juan Cruz, Manuel y Vicente se sintieron tristes y frustrados por no poder jugar al fútbol ese día.

Mientras caminaban hacia sus casas, Vicente propuso algo:"¿Qué tal si nos organizamos nosotros mismos y armamos nuestro propio equipo de fútbol?"Los demás amigos asintieron emocionados ante la idea. Decidieron reunirse al día siguiente para comenzar a planear su equipo. Al siguiente día se reunieron en el mismo parque donde habían sido expulsados anteriormente.

Llevaron una pelota propia y armaron su propia cancha improvisada con piedras como marcadores. Empezaron a practicar juntos y pronto descubrieron que eran buenos jugando como equipo. "¡Esto es genial! ¡Podríamos competir contra otros equipos!", exclamó Manuel emocionado.

Juan Cruz sugirió que podrían invitar a otros chicos del barrio para formar un torneo amistoso entre equipos locales. Los tres amigos empezaron a repartir volantes por todo el vecindario invitando a cualquier chico que quisiera sumarse al torneo.

Para su sorpresa, muchos chicos se mostraron interesados y pronto tuvieron suficientes equipos para organizar un torneo. Los tres amigos se convirtieron en los organizadores del evento y trabajaron duro para que todo saliera bien.

El día del torneo, la cancha improvisada estaba llena de gente animando a sus equipos. Juan Cruz, Manuel y Vicente estaban emocionados por haber logrado algo tan grande juntos. Al final del torneo, el equipo de Juan Cruz, Manuel y Vicente resultó ganador.

Pero lo más importante no fue el resultado final sino la amistad y el trabajo en equipo que habían desarrollado durante todo el proceso. "¡Esto fue increíble! ¡Podríamos hacerlo de nuevo algún día!", dijo Vicente.

Los tres amigos se abrazaron felices al saber que habían logrado su objetivo gracias a su perseverancia y trabajo en equipo. Aprendieron que cuando las cosas no salen como uno espera, siempre hay una manera de encontrar una solución creativa e innovadora para alcanzar sus metas.

FIN.

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