El torneo mágico
Había una vez en un pequeño barrio de Buenos Aires, tres amigos inseparables llamados Martín, Lucas y Juan.
Desde muy pequeños, compartían la misma pasión por el fútbol y siempre se encontraban en la cancha del parque para jugar juntos. Un día, mientras estaban jugando su partido semanal, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. El balón que solían usar había desaparecido misteriosamente.
Los tres amigos comenzaron a buscar por todos lados pero no lograban encontrarlo. "¿Qué vamos a hacer ahora? No podemos jugar sin un balón", dijo Martín preocupado. "Tranquilos chicos, seguramente solo lo perdimos en algún lugar y pronto aparecerá", respondió Lucas tratando de calmarlos. Pero la situación no mejoraba.
Pasaron varios días y el balón seguía sin aparecer. Los tres amigos empezaron a desanimarse y cada vez jugaban menos al fútbol. Fue entonces cuando Martín tuvo una idea brillante.
Recordó que en su casa tenía guardada una caja con juguetes antiguos que había heredado de su abuelo. Tal vez podría encontrar algo allí que pudieran usar como reemplazo del balón perdido. Martín fue corriendo a buscar la caja y regresó emocionado con un viejo trompo en sus manos.
"¡Miren chicos! Encontré esto en mi casa. Podemos usarlo como balón hasta que aparezca el verdadero", exclamó Martín entusiasmado. Los tres amigos aceptaron la propuesta con alegría y comenzaron a jugar nuevamente al fútbol.
Aunque el trompo no era lo mismo que un balón, les permitía seguir disfrutando de su pasión por el fútbol. Pero la historia no termina ahí. Mientras jugaban con el trompo, Martín notó algo extraño en él.
Al darle un golpe fuerte, el trompo comenzó a brillar y a girar rápidamente sobre sí mismo hasta desaparecer en una nube de humo. "¡¿Qué acaba de pasar? !", exclamaron asombrados Lucas y Juan.
Cuando la nube de humo se disipó, los tres amigos se encontraron en un lugar completamente diferente. Estaban dentro de una cancha de fútbol gigante rodeada por tribunas llenas de espectadores emocionados. "¡Estamos dentro del trompo! ¡Es como si hubiéramos entrado a otro mundo!", dijo Martín sorprendido.
Los amigos se dieron cuenta de que estaban viviendo una aventura única y decidieron aprovecharla al máximo. Jugaron partidos contra equipos fantásticos, enfrentándose a dragones voladores, robots gigantes e incluso extraterrestres futboleros.
Cada partido era más emocionante que el anterior y los tres amigos demostraban todo su talento en cada jugada. Después de varias semanas llenas de emocionantes partidos, llegó el momento en que debían regresar a casa.
El trompo volvió a girar rápidamente sobre sí mismo y cuando se detuvo, los tres amigos estaban nuevamente en la cancha del parque donde solían jugar. "Fue increíble lo que vivimos", dijo Juan con entusiasmo.
FIN.