El trabajo de Juanito

Había una vez un niño llamado Juanito, él vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Juanito era muy pobre, su familia apenas tenía para comer y siempre debían pedir prestado a sus vecinos.

Un día, la mamá de Juanito enfermó gravemente y tuvieron que llevarla al hospital. El doctor dijo que necesitaban hacerle una operación urgente pero costaba mucho dinero.

La familia de Juanito no tenía suficiente dinero para pagarla y no sabían qué hacer. Juanito decidió salir a buscar trabajo para poder ayudar a su mamá. Caminó por todo el pueblo preguntando si alguien necesitaba ayuda con algo, pero todos le dijeron lo mismo: "Lo siento, pero no tenemos trabajo para ti".

Desanimado, se sentó en un banco frente a la plaza del pueblo. En ese momento llegó Don José, el dueño del almacén más grande del lugar. "¿Qué te pasa hijo? Pareces triste", preguntó Don José.

"Mi mamá está enferma y necesita una operación muy cara. Quiero conseguir trabajo para ayudarla", respondió Juanito con lágrimas en los ojos. Don José se conmovió por la historia de Juanito y decidió darle una oportunidad.

Le ofreció trabajar en su almacén ordenando las estanterías y limpiando el lugar después de cerrar. Juanito aceptó sin dudarlo y trabajó duro todos los días después de clases hasta altas horas de la noche.

Al cabo de unas semanas, Don José quedó impresionado por el esfuerzo que había puesto Juanito en su trabajo. "Juanito, me has demostrado ser un chico trabajador y responsable.

Te voy a pagar el doble de lo que te prometí para que puedas ayudar a tu mamá", dijo Don José. Juanito estaba muy emocionado y agradecido por la oportunidad que le habían dado. Con su salario, pudo pagar parte de la operación de su mamá y poco a poco fue pagando todas las deudas que tenía su familia.

Después de unos meses, la mamá de Juanito se recuperó completamente gracias a la operación. La familia estaba muy feliz y orgullosa del esfuerzo que había hecho Juanito para ayudarlos. "Hijo, estamos muy orgullosos de ti.

Has demostrado ser un chico valiente y trabajador", dijo la mamá de Juanito con lágrimas en los ojos. Juanito sonrió sabiendo que había cumplido su objetivo: ayudar a su familia en momentos difíciles.

Desde ese día en adelante, Juanito aprendió una gran lección: nunca rendirse ante las adversidades y trabajar duro para lograr sus metas. Y así fue como se convirtió en un ejemplo para todos los niños del pueblo.