El Tractor Mágico



Había una vez un niño llamado Lautaro, a quien le encantaban los tractores y siempre soñaba con manejar uno. Un día, mientras paseaba por la montaña, encontró un tractor mounstro abandonado en medio del barro.

Lautaro no podía creer su suerte ¡era el momento perfecto para cumplir su sueño! Sin pensarlo dos veces, Lautaro subió al tractor mounstro y se dirigió hacia las colinas más altas de la montaña.

A medida que avanzaba, el terreno se volvía cada vez más empinado y resbaladizo debido al barro. Lautaro estaba emocionado pero también un poco asustado. Sabía que debía tener mucho cuidado para no perder el control del tractor mounstro y caer por el precipicio.

Entonces recordó lo que había aprendido de su abuelo: "La paciencia y la determinación son claves para superar cualquier obstáculo". El camino se volvió tan difícil que el tractor mounstro comenzó a patinar sin parar, pero Lautaro no se rindió.

Siguió adelante con valentía y encontró una cuerda atada a un árbol cerca del camino. Sin dudarlo, decidió usarla como freno improvisado.

Con mucho esfuerzo, logró amarrar la cuerda alrededor de un tronco robusto y usándola como freno pudo controlar mejor el tractor mientras descendían por las colinas resbaladizas. "¡Vamos tractor mounstro! No te rindas ahora", exclamaba Lautaro animando al vehículo. De repente, mientras bajaban por la montaña, un grupo de animales se cruzó en su camino.

Había venados, conejos y hasta un puma. Lautaro estaba sorprendido pero también emocionado por ver a estos animales tan cerca. "¡Hola amigos! ¿Quieren subir al tractor mounstro conmigo?" les preguntó Lautaro.

Los animales asintieron emocionados y uno a uno fueron subiendo al tractor mounstro. Juntos, continuaron el descenso por la montaña, riendo y disfrutando del increíble paisaje que los rodeaba. A medida que avanzaban, el barro se volvía aún más espeso y el tractor mounstro comenzó a atascarse.

Parecía imposible seguir adelante. Pero Lautaro no se rindió, recordando las palabras de su abuelo: "La creatividad es clave para encontrar soluciones".

Entonces tuvo una idea brillante: utilizar las ramas de los árboles cercanos como palancas para levantar el tractor mounstro del barro. Los animales ayudaron a Lautaro y juntos lograron liberar al vehículo gigante. Finalmente, llegaron al final de la montaña donde encontraron un hermoso prado verde lleno de flores silvestres.

Los animales bajaron del tractor mounstro y desaparecieron entre los árboles mientras Lautaro admiraba aquel hermoso lugar. Llena de alegría y gratitud por haber cumplido su sueño, Lautaro decidió regresar a casa conduciendo lentamente el tractor mounstro por caminos seguros.

Sabía que había vivido una aventura inolvidable gracias a su paciencia, determinación y creatividad. Desde ese día, Lautaro se convirtió en un ejemplo para todos los niños de su pueblo. Les enseñó que con esfuerzo y valentía, cualquier sueño puede hacerse realidad.

Y así, el tractor mounstro se convirtió en una leyenda que inspiraba a muchos a perseguir sus propios sueños. Y colorín colorado, esta historia de Lautaro y su tractor mounstro ha terminado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!