El Tren de las Decisiones


Había una vez en la estación de tren un niño llamado Alex, quien se encontraba indeciso sobre si subir al último tren rumbo al más allá o quedarse en la estación como un alma errante.

Todos los días veía cómo el tren partía llevándose a las almas de aquellos que ya habían cumplido su ciclo en la Tierra.

Un día, mientras observaba el tren acercarse lentamente a la plataforma, Alex vio a un viejo sabio sentado en un banco cercano. Se acercó a él y le preguntó: - ¿Qué debo hacer? ¿Debo subir al tren o quedarme aquí? El sabio sonrió y le dijo:- Esa es una decisión muy importante, querido Alex.

El tren te llevará a un lugar desconocido, mientras que quedarte aquí significa enfrentar tus miedos y desafíos para crecer como persona. Alex reflexionó sobre las palabras del sabio y decidió quedarse en la estación para descubrir qué le deparaba el futuro.

A medida que pasaban los días, conoció a otros viajeros varados en la estación: una bailarina con pies cansados, un músico con notas tristes y un pintor sin colores.

Juntos emprendieron un viaje emocionante por la estación, ayudándose mutuamente a superar sus obstáculos y encontrar alegría en las pequeñas cosas. Descubrieron rincones secretos llenos de magia y compartieron risas bajo el sol brillante.

Una noche, mientras contemplaban las estrellas desde el andén, escucharon el silbato del último tren partir hacia lo desconocido. Alex sintió una punzada de nostalgia al pensar en lo que podría haber sido su destino si hubiera subido. Entonces, el viejo sabio se acercó a él y dijo:- Has tomado la decisión correcta al quedarte aquí, Alex.

El verdadero viaje está en vivir cada momento con valentía y amor. Con lágrimas en los ojos, Alex abrazó a sus nuevos amigos y supo que había encontrado su lugar en el mundo.

No necesitaba subir al último tren para sentirse completo; su verdadero hogar estaba donde latía su corazón junto a quienes amaba.

Y así, juntos construyeron nuevas historias llenas de aventuras y aprendizajes infinitos dentro de aquella estación mágica donde cada día era una oportunidad para crecer y ser feliz.

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