El Tren de las Estrellas



En un lejano pueblo llamado Estrellavilla, vivía un pequeño tren llamado Toto. Toto siempre soñaba con las estrellas y anhelaba viajar por el cielo para tocarlas.

Sin embargo, en su pueblo todos decían que los trenes no podían volar y mucho menos alcanzar las estrellas. Pero Toto no se desanimaba y cada noche, mientras todos dormían, intentaba alcanzarlas con su mirada. Una noche, cuando el reloj dio la medianoche, una brillante estrella cayó del cielo justo delante de Toto.

Sorprendido, el tren se acercó y encontró a una pequeña estrella llamada Estrellita. Estrellita le explicó que las estrellas estaban tristes porque ya nadie en el pueblo miraba hacia arriba para verlas.

Toto le prometió a Estrellita que haría lo imposible por devolverles la alegría a las estrellas. Juntos idearon un plan: Toto recorrería el pueblo llevando a los habitantes a un lugar alto para que pudieran disfrutar de la vista estelar.

Así, noche tras noche, Toto llevaba a los habitantes a un cerro cercano y todos quedaban maravillados al ver el resplandor de las estrellas. Poco a poco, la alegría y el brillo volvieron a las estrellas.

La noticia de la transformación de Toto y la felicidad de las estrellas se expandió por todo el pueblo, convirtiéndose en un ejemplo de cómo la perseverancia y la amistad pueden cambiar el mundo. Desde entonces, todos en Estrellavilla miraban al cielo con asombro y agradecimiento.

Toto, el tren soñador, había demostrado que, aunque no pudiera tocar las estrellas, podía acercarlas a todos los corazones.

FIN.

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