El triunfo de Adrián

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un joven llamado Adrián. Desde pequeño, Adrián tuvo que enfrentarse a las carencias económicas de su casa.

Su mamá trabajaba día y noche como costurera para poder llevar comida a la mesa, mientras que su papá había tenido que emigrar en busca de trabajo. A pesar de las dificultades, Adrián era un chico muy inteligente y astuto.

Siempre estaba pensando en maneras de ayudar a su mamá y mejorar la situación económica de su familia. Un día, mientras paseaba por el mercado del pueblo, escuchó a dos ancianos hablando sobre un concurso de matemáticas que se llevaría a cabo en la ciudad vecina.

El premio era una beca para estudiar en la mejor escuela del país. Adrián no lo dudó ni un segundo y decidió inscribirse en el concurso. Se pasaba horas estudiando y resolviendo problemas matemáticos difíciles.

A medida que se acercaba la fecha del concurso, Adrián se sentía cada vez más nervioso pero también emocionado por la oportunidad de cambiar su vida. Finalmente llegó el gran día y Adrián se enfrentó a otros jóvenes brillantes de toda la región.

La competencia era reñida, pero gracias a su esfuerzo y dedicación, logró llegar a la final contra otro concursante muy talentoso. - ¡La última pregunta para definir al ganador es...

cuánto es 25 x 4 dividido por 2 más 10? - anunció el presentador. Adrián respiró hondo, recordó todas las horas de estudio y con seguridad respondió: "¡60!". El público estalló en aplausos y gritos de alegría.

¡Adrián había ganado el concurso! Gracias al premio obtenido, pudo acceder a la beca para estudiar en la prestigiosa escuela y abrirse camino hacia un futuro lleno de posibilidades. Su mamá lloraba emocionada al ver todo lo que su hijo había logrado.

Desde ese día, Adrián entendió que con esfuerzo, perseverancia y valentía podía superar cualquier obstáculo en su camino.

Se convirtió en un ejemplo para todos los niños del pueblo, demostrando que no importa cuál sea tu situación inicial, siempre hay una oportunidad para crecer y alcanzar tus sueños si te lo propones. Y colorín colorado este cuento ha enseñado que con determinación y fe en uno mismo, ¡todo es posible!