El triunfo de Sofía


Había una vez en un reino muy lejano, una pequeña niña llamada Sofía. A Sofía le encantaba leer cuentos de magia y siempre soñaba con convertirse en una poderosa maga algún día.

Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, se topó con un grupo de magos que estaban practicando sus hechizos. Fascinada por lo que veía, se acercó a ellos para preguntarles si podían enseñarle.

Uno de los magos, llamado Leo, se acercó a ella y dijo: "¡Por supuesto! Pero primero debes demostrarnos tu habilidad para la magia". Sofía sintió un poco de miedo al principio, pero decidió intentarlo.

Tomando su varita mágica imaginaria en la mano derecha y cerrando los ojos fuertemente, comenzó a recitar las palabras mágicas que había aprendido en sus libros. Pero nada pasó. Los otros magos rieron entre dientes. "Lo siento", dijo Leo con tristeza.

"Parece que aún no estás lista para ser una gran maga". Y así los otros hicieron caso omiso de ella y continuaron practicando sus hechizos sin prestarle atención. Desanimada pero no vencida, Sofía decidió continuar practicando sola todos los días después del colegio.

Pasaron semanas e incluso meses mientras seguía leyendo más sobre la magia y practicándola incansablemente hasta altas horas de la noche. Una tarde mientras paseaba por el bosque nuevamente encontró al mismo grupo de magos haciendo nuevos hechizos en un claro.

Decidió observarlos a escondidas para ver si había mejorado en su habilidad. De repente, uno de los magos hizo un hechizo muy poderoso que causó una gran explosión y dejó a todos los demás magos aturdidos.

Sofía se acercó corriendo al lugar del accidente y vio que el mago estaba herido. "¡Necesitamos ayuda! ¿Alguna persona sabe cómo curarlo?" gritaron los otros magos entre lágrimas. Sofía se acercó con determinación y dijo: "Yo sé cómo hacerlo, déjenme ayudarlo".

Tomando su varita mágica imaginaria en la mano derecha, cerrando los ojos fuertemente y recitando las palabras mágicas que había practicado durante tanto tiempo, comenzó a sanar al mago herido.

Todos quedaron maravillados por lo que Sofía había logrado y Leo se acercó a ella diciendo: "Sofía, eres una verdadera maga ahora. Tu dedicación y perseverancia han dado sus frutos". Desde ese día en adelante, Sofía se convirtió en la más joven aprendiz de magia del reino.

Y aunque tuvo muchos desafíos por delante, nunca dejó de creer en sí misma ni de practicar incansablemente para convertirse en la mejor maga que podría ser.

Y así queridos niños, la historia nos enseña que siempre debemos seguir nuestros sueños con dedicación y perseverancia para alcanzar nuestras metas más grandes.

Dirección del Cuentito copiada!