El triunfo del amor



Había una vez en un lejano valle, un monstruo llamado Tadeo. Era un monstruo diferente a los demás, ya que en su corazón guardaba un gran secreto: estaba enamorado de una hermosa chica llamada Anderly.

Tadeo vivía en lo más profundo del bosque, alejado de los humanos por miedo a ser rechazado por su apariencia. Pero cada noche, miraba desde la distancia a Anderly pasear por el prado con tristeza en sus ojos.

Un día, decidido a conquistar el corazón de Anderly, Tadeo se acercó sigilosamente a ella mientras recogía flores. Al ver al monstruo acercarse, Anderly dio un grito y salió corriendo asustada.

"¡No temas! ¡Soy Tadeo y te amo con todo mi corazón!", exclamó el monstruo con voz temblorosa. Anderly se detuvo sorprendida al escuchar las palabras del monstruo y notó la tristeza en sus ojos amarillos. Poco a poco, su miedo se transformó en curiosidad y compasión.

"¿Por qué debería creerte? Eres un monstruo", dijo Anderly con cautela. "Lo sé, pero mi amor por ti es sincero. Daría lo que fuera por estar juntos", respondió Tadeo con sinceridad.

Anderly observó al monstruo detenidamente y vio más allá de su aspecto temible. Notó la bondad en su mirada y la ternura en sus gestos torpes. "Está bien, Tadeo. Te daré una oportunidad", dijo finalmente Anderly con una sonrisa tímida.

Desde ese día, Tadeo y Anderly pasaron mucho tiempo juntos compartiendo risas, aventuras y momentos inolvidables. La gente del pueblo al principio se mostraba escéptica ante esta extraña pareja, pero pronto descubrieron que el verdadero valor de una persona está en su interior.

Sin embargo, la felicidad de Tadeo y Anderly se vio amenazada cuando un malvado cazador decidió capturar al monstruo para obtener fama y fortuna. Con astucia e valentía lograron escapar juntos hacia lo más alto de las montañas nevadas donde nadie podía alcanzarlos.

En lo alto de aquella cumbre inhóspita encontraron refugio seguro donde pudieron amarse sin temores ni prejuicios hasta el fin de sus días; demostrando así que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo si se cultiva con paciencia, respeto mutuo, tolerancia, honestidad, empatia.

Y así fue como la historia del mounstro enamorado inspiró a todos aquellos que conocieron su historia, enseñándoles que no debemos juzgar a alguien solo por su apariencia sino también por lo que llevan dentro.

FIN.

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