El triunfo del pantano



En un pantano de Buenos Aires vivían los mosquitos más temidos de toda la región. Su zumbido era tan fuerte y aterrador que asustaba a todos los animales que se acercaban por allí.

Los pobres patos, ranas y tortugas no podían disfrutar tranquilamente del pantano por culpa de esos mosquitos. Un día, cansados de vivir con miedo, los animales del pantano decidieron hacer algo al respecto.

Se reunieron en secreto para idear un plan que les permitiera deshacerse de los mosquitos terroríficos. "¡Tenemos que encontrar una manera de detener a esos mosquitos! ¡No podemos seguir viviendo con tanto miedo!", dijo la rana Margarita, quien lideraba la reunión.

"Podríamos pedir ayuda a Don Gavilán, él siempre ha sido muy astuto y podría tener una solución", sugirió el pato Quirino. Todos estuvieron de acuerdo y fueron en busca de Don Gavilán, un pájaro sabio que vivía en lo alto de un árbol cercano al pantano.

Le contaron sobre los mosquitos terror zumbido y le pidieron su ayuda para resolver el problema. Don Gavilán escuchó atentamente y después de reflexionar unos instantes dijo: "Tengo una idea, pero necesitaré la colaboración de todos ustedes".

Les explicó su plan: cada animal debería recolectar plantas aromáticas como lavanda, eucalipto y citronela para crear un repelente natural contra los mosquitos. Una vez preparada la mezcla, tendrían que rociarla por todo el pantano para ahuyentar a los insectos malvados.

Los animales se pusieron manos a la obra y trabajaron juntos durante días recolectando las plantas y preparando el repelente. Finalmente, tenían listo el producto milagroso.

Al caer la noche, cuando los mosquitos comenzaron su zumbido terrorífico como todas las noches, los animales del pantano salieron sigilosamente con sus pulverizadores llenos del repelente natural creado por ellos mismos.

Uno a uno fueron rociando el líquido aromático por todo el lugar hasta que pronto se pudo notar cómo los mosquitos iban alejándose poco a poco ante ese olor tan intenso para ellos. Al amanecer, ya no había rastro alguno de los mosquitos terror zumbido en el pantano de Buenos Aires.

Los animales celebraron felices su victoria contra aquellos insectos molestos gracias a su trabajo en equipo y creatividad. Desde entonces, pudieron disfrutar nuevamente del hermoso paisaje sin miedo ni preocupaciones.

Y cada año celebraban juntos aquella noche memorable en la que vencieron al temible mosquito terror zumbido gracias a la solidaridad y valentía que demostraron juntos.

FIN.

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