El tropiezo de la amistad


Pedro y Pablo eran amigos desde que tenían memoria. Les encantaba pasar tiempo juntos, jugando y divirtiéndose como solo dos buenos amigos saben hacerlo. Una mañana soleada, decidieron ir a la casa de Juan, otro amigo inseparable.

Al llegar a la casa de Juan, fueron recibidos con alegría y emoción. Los tres amigos se pusieron manos a la obra y comenzaron a jugar en el amplio jardín.

El sol brillaba en lo alto mientras reían y corrían sin parar. De repente, el perro de Juan pasó corriendo frente a ellos, causando un pequeño revuelo. Pedro no pudo esquivarlo a tiempo y tropezó, cayendo al suelo con un golpe fuerte.

En su caída, su juguete favorito salió disparado de sus manos y rodó lejos. - ¡Ay! Eso dolió... -se quejó Pedro mientras se levantaba del suelo con cuidado. Pablo corrió hacia él para ayudarlo a levantarse.

Juan también se acercó preocupado por su amigo. - ¿Estás bien, Pedro? -preguntó Pablo con tono preocupado. - Sí, sí... solo me duele un poco la rodilla -respondió Pedro tratando de disimular el dolor.

Juan fue rápidamente a buscarle hielo para poner en la rodilla adolorida de su amigo. Mientras tanto, Pablo ayudó a Pedro a buscar su juguete favorito que había caído lejos durante el tropiezo.

Después de unos minutos de descanso y cuidados atentos por parte de sus amigos, Pedro se sentía mucho mejor. Se dio cuenta del cariño y la preocupación sincera que tenían Pablo y Juan por él. - Gracias chicos por estar siempre ahí para mí -dijo Pedro emocionado-.

A veces las caídas duelen, pero tener amigos como ustedes hace todo más fácil. Los tres amigos se abrazaron en señal de amistad verdadera y continuaron jugando bajo el cálido sol de aquella hermosa mañana.

Aprendieron que los verdaderos amigos están ahí para apoyarse mutuamente en los momentos difíciles y que juntos pueden superar cualquier obstáculo que se les presente en el camino.

Y así, entre risas y juegos, aquel día quedó marcado en sus corazones como una muestra más del poderoso vínculo de amistad que los unía para siempre.

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