El último día de vacaciones



Era el último día de las vacaciones de verano y los niños estaban tristes de tener que decir adiós a la playa, al sol y a todas las aventuras que habían vivido.

Martín, Sofía, Lucas y Valentina se reunieron en la orilla del mar para despedirse de una forma especial. Decidieron construir un castillo de arena enorme, el más grande que jamás habían hecho. Trabajaron juntos cavando fosas, llenando baldes con arena mojada y apilando torres.

El sol brillaba mientras ellos jugaban y reían, disfrutando al máximo su último día juntos. "¡Vamos chicos, solo nos falta una torre más para terminar nuestro gran castillo!" exclamó Martín emocionado.

Pero justo cuando estaban a punto de terminar, una ola gigante se acercó rápidamente hacia la playa. Los niños se miraron asustados, pero antes de que pudieran reaccionar, la ola impactó contra el castillo de arena, destruyéndolo por completo.

Los cuatro amigos quedaron en silencio, mirando con tristeza el mar que se llevaba su obra maestra. Sin embargo, en lugar de rendirse, decidieron construir otro castillo, pero esta vez, más fuerte y resistente. Trabajaron con determinación, aprendiendo de los errores anteriores y fortaleciendo cada detalle.

Cuando terminaron, se dieron cuenta de que habían hecho algo aún más espectacular que antes. "¡Lo logramos chicos! Nuestro castillo es increíble", dijo Valentina con orgullo.

Los niños se abrazaron emocionados, comprendiendo que el verdadero valor de la amistad y el trabajo en equipo no está en evitar los desafíos, sino en superarlos juntos.

Esa tarde, caminaron por la playa despidiéndose del verano con una sonrisa en el rostro, sabiendo que siempre tendrían sus recuerdos y la fuerza de su amistad para enfrentar el próximo desafío que la vida les presentara.

FIN.

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