El Unicornio del Amor Propio
Había una vez una niña llamada Isabel, que siempre soñaba con encontrar un unicornio mágico. Ella había escuchado historias sobre estos seres mitológicos y estaba segura de que si lograba encontrar uno, podría pedirle cualquier deseo.
Un día, decidió emprender su búsqueda y comenzó a caminar por el bosque. Mientras caminaba, se encontró con un zorro muy astuto que le preguntó:- ¿A dónde vas Isabel? - Estoy buscando un unicornio mágico -respondió ella emocionada-.
He oído que pueden conceder deseos. El zorro sonrió y le dijo:- Bueno, si quieres encontrar al unicornio mágico debes seguir el arco iris hasta su final. Isabel no podía creer lo que estaba escuchando.
Corrió hacia donde el zorro le había indicado y allí estaba: un hermoso arco iris. Siguió corriendo hasta llegar a su final pero no encontró nada más que un prado lleno de flores.
De repente, escuchó una voz dulce detrás de ella:- Hola Isabel ¿qué estás buscando? Era una mariposa multicolor que volaba alrededor de ella. Isabel respondió emocionada:- Busco al unicornio mágico para pedirle un deseo. La mariposa sonrió y le dijo:- Lo siento Isabel, pero los unicornios mágicos son muy difíciles de encontrar.
Pero te puedo enseñar algo mucho más valioso: la magia del amor propio.
Isabel se sorprendió ante estas palabras pero la mariposa continuó explicándole:- La magia del amor propio consiste en quererte a ti misma tal como eres, sin importar las cosas que no te gusten de ti. Cuando aprendes a amarte a ti misma, puedes lograr cualquier cosa que desees. Isabel entendió el mensaje y decidió ponerlo en práctica.
Comenzó a valorarse más y a ser más amable consigo misma. A medida que pasaban los días, Isabel se dio cuenta de que la felicidad estaba en ella todo el tiempo, solo tenía que buscarla dentro de sí misma.
Un día, mientras caminaba por el bosque recordó lo que le había dicho la mariposa y sonrió. De repente, un hermoso unicornio mágico apareció frente a ella. - Hola Isabel -dijo el unicornio-.
He oído hablar sobre tu búsqueda del amor propio y me gustaría ayudarte.
Isabel no podía creer lo que estaba escuchando pero el unicornio continuó hablando:- El amor propio es una magia muy poderosa y estoy dispuesto a concederte un deseo: pediré al sol que siempre brille en tu corazón para recordarte cuánto vales. Isabel cerró los ojos y pidió su deseo con toda su fuerza. Cuando abrió los ojos nuevamente, se encontraba sola en medio del bosque pero sentía algo diferente dentro de ella: una gran paz interior.
Desde ese día en adelante, Isabel siempre llevaba consigo la magia del amor propio y sabía que no necesitaba encontrar nada afuera para ser feliz porque lo tenía todo dentro de sí misma.
FIN.