El Unicornio del Bosque


Margarita era una niña muy curiosa y aventurera. Siempre le gustaba explorar el bosque con sus perros, Tito y Luna. Los tres se divertían buscando tesoros escondidos entre los árboles y escuchando los sonidos de la naturaleza.

Un día, mientras caminaban por el bosque, Margarita escuchó un extraño sonido que nunca había oído antes. Era como un rugido mezclado con un gruñido. Tito y Luna también lo escucharon y comenzaron a ladrar.

- ¿Qué será ese ruido? -preguntó Margarita preocupada. - No lo sé, pero no me gusta nada -respondió Tito temblando de miedo. Mientras avanzaban hacia el origen del ruido, se encontraron con algo increíble: un pequeño unicornio atrapado en una trampa para animales.

- ¡Pobrecito! Tenemos que ayudarlo -exclamó Margarita acercándose al animal herido. Con mucho cuidado, lograron liberarlo de la trampa y curar sus heridas.

El unicornio les agradeció su ayuda con una canción mágica que llenaba el aire de colores brillantes y destellos dorados. Desde ese día, Margarita, Tito y Luna se hicieron amigos del unicornio llamado Pegaso.

Juntos vivieron muchas aventuras en el bosque encantado, aprendiendo sobre la importancia de ayudar a los demás seres vivos del planeta y respetando la naturaleza. Cada vez que sentían miedo o incertidumbre en su camino, recordaban la fuerza que nace de la amistad y el valor de enfrentar los desafíos con coraje y determinación.

Margarita, Tito, Luna y Pegaso se convirtieron en un equipo inseparable, siempre listos para explorar nuevos mundos y descubrir la belleza del universo que les rodeaba.

Y así, esta pequeña niña de ojos azules aprendió una lección valiosa: la magia de la vida está en nuestra capacidad para imaginar, crear y compartir momentos inolvidables junto a quienes más queremos.

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