El unicornio herido y el cazador furtivo



Había una vez, en un bosque mágico y encantado, una pequeña niña llamada Paloma y su papá Tomás. Un día, decidieron dar un paseo por el bosque para disfrutar de la naturaleza y respirar aire fresco.

Mientras caminaban, escucharon unos gemidos que venían del otro lado del río. Al acercarse, descubrieron a un majestuoso unicornio herido y sangrando en el suelo.

Paloma se acercó con cautela al unicornio y le acarició la cabeza mientras que su papá examinaba las heridas. "Papá, ¿qué podemos hacer para ayudarlo?" - preguntó Paloma con tristeza. "Tenemos que curarlo lo antes posible" - respondió Tomás.

Junto a los animales del bosque buscaron plantas medicinales para sanar las heridas del unicornio. Después de aplicar varias hierbas curativas y agua fresca en sus heridas, el unicornio comenzó a recuperarse lentamente. De repente encontraron huellas dejadas por quien había lastimado al hermoso animal.

Los animales estaban muy molestos e indignados por lo ocurrido. Decidieron investigar quién había hecho algo así tan cruel e injusto. Después de mucho buscar encontraron al culpable: era un cazador furtivo que quería vender la cornamenta del unicornio como trofeo.

Pero esta vez no iban a permitirlo; juntos todos los animales se pusieron en acción para defender al unicornio y castigar al cazador furtivo. Finalmente lograron detenerlo gracias a la astucia de los animales del bosque.

El cazador furtivo, avergonzado y arrepentido, pidió disculpas al unicornio y a todos los animales del bosque. "Lo siento mucho, no volveré a hacer algo así" - dijo el cazador furtivo con tristeza. El unicornio recuperado sonrió con ternura y perdonó al cazador furtivo.

Todos los animales celebraron la victoria juntos y se dieron cuenta de que cuando trabajan unidos pueden lograr grandes cosas.

Paloma aprendió una gran lección ese día: que siempre debemos cuidar y proteger a los seres más vulnerables de nuestro mundo, como el hermoso unicornio. Y también aprendió que trabajar juntos nos hace más fuertes. Y así termina nuestra historia; una historia llena de amor, solidaridad y valentía en la que todos aprendimos una gran lección.

FIN.

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