El unicornio medicamentoso


Había una vez una niña llamada Josefina que tenía un unicornio como mascota. El unicornio era mágico y podía hablar con ella, lo que hacía que su vida fuera mucho más divertida.

Un día, Josefina se enfermó y tuvo que tomar un remedio muy amargo para curarse. La cucharita del medicamento le parecía demasiado grande y fea, por lo que no quería tomarla.

Pero el unicornio sabía lo importante que era tomar el remedio para recuperarse, así que decidió ayudarla. "No te preocupes, Josefina", dijo el unicornio tranquilamente. "Vamos a hacer algo divertido para tomar ese medicamento". El unicornio llevó a Josefina al jardín trasero donde encontraron algunas frutas frescas y dulces.

Juntos prepararon una bebida de frutas con el medicamento disuelto en ella. "¡Mira! Ahora es una bebida saludable y sabrosa", dijo el unicornio mientras sostenía la copa de jugo con la cucharita de medicamento adentro.

Josefina tomó un sorbo de la bebida y descubrió que tenía razón: ¡el jugo estaba delicioso! Tomó todo sin darse cuenta del sabor amargo del medicamento. "Gracias por ayudarme a superar mi miedo a tomar ese remedio", dijo Josefina abrazando al unicornio.

Pero cuando fueron a guardar la cucharita en su lugar, se dieron cuenta de algo extraño: ¡habían dejado caer accidentalmente la cucharita en la mezcla!"Oh no, ¿qué haremos ahora?", preguntó Josefina preocupada. El unicornio sonrió y dijo: "No te preocupes, Josefina.

Siempre hay una solución para todo". El unicornio utilizó su magia para hacer que la cucharita se convirtiera en un hermoso collar de plata con una pequeña cuchara colgando. "¡Es perfecto!", exclamó Josefina emocionada.

A partir de ese día, Josefina llevaba su collar de cucharita con ella a todas partes como un recordatorio de que siempre hay una solución creativa y divertida a los problemas cotidianos.

Y gracias a la ayuda del unicornio, nunca más tuvo miedo de tomar medicamentos amargos otra vez.

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