El valiente Antonio
Había una vez un niño llamado Antonio que era muy inteligente y simpático. Le encantaba ir a la escuela y aprender cosas nuevas cada día.
Sin embargo, un grupo de chicos mayores comenzaron a molestarlo y hacerle bullying en el recreo. Un día, mientras Antonio jugaba en el patio, los chicos se acercaron a él y empezaron a burlarse de su forma de vestir y de hablar.
Antonio se sintió triste y solo, no entendía por qué le estaban haciendo eso. Intentó ignorarlos y seguir jugando, pero los chicos no paraban. "¡Miren al empollón! ¡Tan inteligente pero tan tonto a la vez!" -se reían los chicos mientras empujaban a Antonio.
Antonio decidió contarle todo lo que estaba pasando a su maestra favorita, la señorita Laura. Ella lo escuchó atentamente y le prometió ayudarlo.
Al día siguiente, la señorita Laura organizó una actividad especial en clase sobre el respeto y la importancia de ser amables unos con otros. Les contó a todos los alumnos que el bullying no está bien y que todos merecen ser tratados con respeto.
Los compañeros de clase se dieron cuenta del daño que estaban causando con sus bromas hirientes hacia Antonio. Se disculparon sinceramente con él y prometieron ser más amables en el futuro. Antonio se sintió aliviado al ver cómo las cosas empezaban a cambiar para mejor.
Ya no tenía miedo de ir al colegio ni de jugar en el patio. Sus compañeros lo incluían en sus juegos y conversaciones, haciéndolo sentir parte del grupo.
Con el tiempo, Antonio se convirtió en uno de los niños más queridos del colegio gracias a su bondad y valentía para enfrentar el bullying. Aprendió que pedir ayuda no es señal de debilidad, sino todo lo contrario: es muestra de fortaleza y confianza en sí mismo.
Desde ese día, Antonio supo que siempre puede contar con sus amigos y maestros para superar cualquier obstáculo que se le presente en la vida. Y así siguió creciendo felizmente rodeado del cariño y apoyo de quienes lo querían tal como era: un niño único e increíblemente especial.
FIN.