El valiente caballero y el dragón
Había una vez en un reino de la Edad Media, un valiente caballero llamado Juan que siempre buscaba aventuras. Un día, un temible dragón comenzó a aterrorizar el pueblo, quemando cosechas y asustando a los aldeanos. Juan decidió enfrentarse al dragón para salvar a su pueblo.
Armando con su armadura y espada, Juan partió hacia la cueva del dragón. En su camino, conoció a una astuta bruja llamada Marta.
- Buenos días, valiente caballero. Veo en tus ojos la determinación de enfrentar al dragón - dijo la bruja.
- Así es, debo salvar a mi pueblo de la furia de ese monstruo - respondió Juan.
- Te ayudaré, pero necesitarás algo a cambio. Debes devolverme el favor cuando lo necesite - propuso la bruja.
Juan aceptó el trato y la bruja le dio un frasco con una poción para adormecer al dragón.
Al llegar a la cueva del dragón, Juan vio al temible monstruo lanzando fuego por la boca. Con valentía, se acercó al dragón y lanzó la poción en su boca. El dragón cayó profundamente dormido. Juan ató al dragón y lo llevó de regreso al pueblo. Allí, la bruja y él convencieron al dragón de vivir en paz con los aldeanos. El pueblo celebró a Juan como un héroe, y desde ese día, el dragón protegió el reino.
Juan entendió que un acto desinteresado puede lograr grandes cosas, y que la amistad y la valentía pueden vencer cualquier desafío.
FIN.