El valiente corazón de Kaylee
Kaylee era una niña alegre y cariñosa que adoraba a sus tres gatitos: Romeo, Michifuz y Black. Pasaba sus días correteando con ellos por el jardín, contándoles cuentos y mimándolos con cariño.
Un día, Black salió de casa sin permiso y, tristemente, fue atropellado por un automóvil. Kaylee quedó devastada. Lloró amargamente y se negó a jugar o reír. Romeo y Michifuz intentaban consolarla, pero nada parecía animar a su triste amiga.
Pasaron los días y Kaylee seguía sumida en la tristeza. Un día, mientras paseaba por el parque, escuchó unos maullidos provenientes de un árbol. Al acercarse, descubrió a unos gatitos abandonados y asustados. Sin dudarlo, los llevó a su casa y les dio amor y cuidados.
Poco a poco, la tristeza de Kaylee se fue disipando al ver la alegría de los nuevos integrantes de su familia. Aprendió que, aunque Black ya no estuviera, aún podía dar amor a otros animalitos que lo necesitaban.
Con el tiempo, Kaylee volvió a reír y a jugar, y supo que el amor es infinito, capaz de sanar heridas y llenar de alegría los corazones.
FIN.