El valiente cuidador de ovejas de la sierra del Perú

En lo más alto de los alpes andinos, en la sierra del Perú, vivía un niño llamado Mateo. Mateo era un niño valiente y trabajador que vivía en una pequeña choza con su mamá, quien era una anciana sabia y amorosa. Todos los días, su madre le encomendaba la importante tarea de cuidar a las ovejas que pastaban por las verdes laderas. Mateo acataba la orden con responsabilidad y amor, dispuesto a proteger a las ovejitas como si fueran su propia familia.

Un día, mientras vigilaba al rebaño, un astuto zorro se acercó acechando a las indefensas ovejas. Mateo, alertado por los ladridos de los perros, ahuyentó al zorro con valentía, protegiendo a las ovejas de cualquier peligro. Pero no todo terminaba ahí, ya que más adelante, un imponente puma se abalanzó sobre el rebaño, poniendo en peligro la vida de las ovejas. Sin embargo, Mateo se enfrentó al feroz puma con coraje, logrando que huyera asustado.

Más tarde, cuando el sol comenzaba a ocultarse detrás de las montañas, Mateo escuchó un susurro misterioso. Para su sorpresa, un horrible duende se acercó a él. El duende le propuso a Mateo un juego con piedras brillantes, pero en realidad intentaba engañarlo. A pesar de la tentadora oferta, Mateo recordó las sabias palabras de su mamá sobre no confiar en extraños, así que rechazó amablemente al duende y siguió con su tarea de cuidar a las ovejas.

Finalmente, cuando el día llegaba a su fin, Mateo regresó a su humilde hogar. Al llegar, encontró a su madre aún más anciana y cansada, pero llena de amor y orgullo por su valiente hijo. Juntos disfrutaron de una tranquila cena, compartiendo historias y risas, fortaleciendo su vínculo familiar.

A partir de ese día, Mateo continuó cuidando a las ovejas con determinación, superando cada desafío con valentía y sabiduría. La historia de su coraje y amor por su familia se difundió por las montañas, convirtiéndose en un ejemplo de inspiración para todos los habitantes de la sierra del Perú.