El valiente cuidador del zorro
Había una vez un niño llamado Bauri, quien era conocido por ser valiente, inteligente y amigable. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques.
Bauri siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y nunca le tenía miedo a nada. Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa con sus amigos, encontraron una cueva escondida detrás de unos arbustos.
Todos estaban emocionados por descubrir algo nuevo, pero cuando se acercaron para mirar dentro de la cueva, escucharon un ruido extraño que venía desde adentro. "¿Qué será eso?", preguntó uno de los amigos de Bauri. "No lo sé", respondió él, "pero no podemos dejarlo así. Debemos investigar".
Bauri sabía que debían ser cuidadosos al entrar en la cueva desconocida, así que les pidió a sus amigos que esperaran afuera mientras él entraba solo para ver qué había adentro.
Cuando llegó al final de la cueva, encontró una pequeña criatura asustada atrapada entre unas rocas gigantes. La criatura parecía estar herida y necesitaba ayuda desesperadamente. Con mucho cuidado y paciencia, Bauri logró liberarla y llevarla fuera de la cueva.
Los otros niños quedaron sorprendidos al ver lo que había encontrado Bauri. "¿Qué es eso?", preguntó uno de ellos señalando la criatura. "No estoy seguro", respondió Bauri, "pero está herido y necesita nuestra ayuda".
Los niños decidieron llevarlo al veterinario del pueblo, quien confirmó que era un pequeño zorro y le dio algunos consejos para cuidarlo hasta que se recuperara. Bauri decidió llevar al zorro a su casa y cuidarlo personalmente. Durante los próximos días, Bauri dedicó todo su tiempo a cuidar al zorro herido.
Lo alimentaba, lo bañaba y lo mantenía caliente. Los otros niños de la aldea se sorprendieron por el compromiso de Bauri con el pequeño animal. "Eres realmente valiente", dijo uno de ellos. "Y muy inteligente", agregó otro.
Bauri sonrió y respondió: "Solo hice lo correcto". Después de unas semanas, el zorro finalmente se recuperó por completo gracias a los esfuerzos incansables de Bauri.
Todos los niños del pueblo estaban felices de verlo correr libremente en el bosque nuevamente. Desde ese día en adelante, todos los niños comenzaron a seguir las acciones valientes e inteligentes de Bauri. Aprendieron que ayudar a los demás no solo es importante, sino también gratificante y divertido.
Bauri había demostrado que incluso una persona joven puede hacer una gran diferencia en su comunidad simplemente siendo amable y compasivo con aquellos que necesitan ayuda.
FIN.