El valiente despertar de Jacinto
Había una vez un niño llamado Jacinto, que vivía con sus padres en una pequeña casa en el campo.
Jacinto era un niño muy dulce y cariñoso, pero tenía un pequeño problema: no le gustaba dormir solo en su habitación. Siempre prefería dormir junto a sus padres. Un día, los padres de Jacinto decidieron que ya era hora de que él aprendiera a dormir solo y crecer como un niño independiente.
Le explicaron lo importante que era para él tener su propio espacio y cómo podría sentirse más valiente al enfrentar nuevos retos. Jacinto aceptó la idea, aunque sentía cierta aprensión por pasar las noches sin la compañía de sus padres.
Pero decidió darle una oportunidad y se prometió a sí mismo ser valiente. La primera noche fue difícil para Jacinto. Se acostó en su cama y cerró los ojos, pero pronto comenzó a escuchar ruidos extraños provenientes del armario.
El corazón de Jacinto empezó a latir rápidamente mientras imaginaba todo tipo de monstruos escondidos allí dentro. Con mucho miedo, se levantó de la cama y abrió la puerta del armario lentamente.
Para su sorpresa, encontró todos sus peluches convertidos en monstruos gigantes con dientes afilados y garras largas. ¡Estaba realmente asustado! Pero entonces recordó algo importante: los peluches eran sus amigos desde hace mucho tiempo. Durante el día jugaban juntos y se cuidaban mutuamente.
¿Cómo podrían haberse convertido en monstruos? Seguramente debía tratarse solo de un sueño. Jacinto decidió enfrentar su miedo y hablar con ellos.
Se acercó a los peluches y les dijo: "¡Ey, amigos! ¿Qué están haciendo aquí? ¡Dejen de asustarme!"Para su sorpresa, los peluches dejaron de gruñir y se miraron entre ellos. Uno de ellos, el oso llamado Peluche, dio un paso adelante y le explicó a Jacinto que solo estaban jugando una broma para ver qué tan valiente era.
Jacinto comprendió que sus amigos solo querían divertirse un poco, pero también entendió que no estaba solo en la oscuridad. Aunque fueran monstruos imaginarios, sus peluches siempre estarían allí para protegerlo.
Desde esa noche en adelante, Jacinto durmió tranquilo sabiendo que sus amigos peluches lo cuidaban en su habitación. Poco a poco fue superando su miedo a dormir solo y se volvió más independiente. A medida que crecía, Jacinto aprendió muchas cosas importantes sobre enfrentar sus miedos.
Descubrió que la imaginación puede ser poderosa pero también puede engañarnos. Aprendió a distinguir entre lo real y lo imaginario, confiando en sí mismo para enfrentar cualquier desafío. Y así, Jacinto se convirtió en un niño valiente y seguro de sí mismo.
Nunca olvidaría aquella noche en la que descubrió el poder de la amistad incluso cuando las cosas parecían asustadoras. Y colorín colorado... esta historia inspiradora ha terminado.
FIN.