El valiente fantasma de la casa encantada




Había una vez en un pequeño pueblo, una casa encantada donde todos los habitantes tenían miedo de entrar. Se decía que en esa casa vivía un fantasma muy anormal, que asustaba a cualquiera que se atreviera a acercarse.

Un día, llegó al pueblo un niño valiente llamado Tomás. A diferencia de los demás, a Tomás no le daba miedo la idea de los fantasmas y decidió explorar la casa encantada.

Al entrar, sintió un escalofrío y escuchó ruidos extraños, pero siguió adelante. De repente, apareció el fantasma, un ser transparente con una mirada aterradora. Tomás no retrocedió, en cambio, le preguntó al fantasma por qué asustaba a la gente. "¡Porque todos me tienen miedo a mí!" -respondió el fantasma sorprendido.

Tomás le explicó que también él había sentido miedo al principio, pero que se dio cuenta de que el fantasma también necesitaba ayuda.

Juntos descubrieron que el fantasma se sentía solo y triste, por eso asustaba a la gente para llamar su atención. Tomás decidió ayudar al fantasma a hacer amigos y a encontrar la paz.

Con el tiempo, el fantasma se convirtió en el guardián amigable de la casa encantada, y todos en el pueblo dejaron de tenerle miedo, convirtiéndose en un lugar de reunión para todos. Desde entonces, Tomás y el fantasma se convirtieron en grandes amigos, demostrando que el valor y la comprensión pueden vencer cualquier miedo.

FIN.

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