El valiente lector de Matías



Matías era un niño curioso y aventurero que siempre estaba en busca de nuevas historias para leer. Sin embargo, últimamente se había obsesionado con los libros de terror y pasaba horas leyendo sobre monstruos y criaturas espeluznantes.

Un día, mientras leía uno de sus libros favoritos, Matías comenzó a sentirse cada vez más asustado. Las imágenes en su cabeza eran tan vívidas que parecían saltar de las páginas del libro directamente hacia él.

-¡Mamá! -gritó Matías corriendo hacia la cocina-. ¡No puedo seguir leyendo estos libros! Me dan mucho miedo. Su mamá lo miró con preocupación mientras preparaba el almuerzo.

-¿Qué pasa, mi amor? ¿Por qué estás tan asustado? -Me estoy volviendo loco con estas historias de terror. No puedo dejar de pensar en ellas. La mamá de Matías lo abrazó y le dijo:-Tranquilo, mi amor. Sé que te gustan los libros emocionantes, pero es importante recordar que no son reales.

Son solo historias inventadas por alguien más. Matías se sintió un poco mejor después de hablar con su mamá, pero aún así seguía nervioso por las imágenes aterradoras que tenía en la cabeza.

Esa noche, cuando fue a dormir, todavía sentía una sensación extraña en su habitación. De repente, escuchó un ruido extraño proveniente del armario al lado de su cama. Matías se tapó la cabeza con las sábanas temblando de miedo.

Pero luego recordó las palabras reconfortantes de su madre: "solo son historias inventadas". Se armó de valor y se levantó para investigar. Cuando abrió el armario, se dio cuenta de que solo era su gato jugando con algunos juguetes.

Matías se rió aliviado y volvió a la cama, sintiendo que podía dormir tranquilo otra vez. A partir de ese día, Matías decidió dejar atrás las historias de terror y buscar otro tipo de libros emocionantes.

Descubrió la historia sobre un niño aventurero que viajaba por el mundo en busca de tesoros perdidos, o una historia sobre un grupo de amigos que resolvían misterios juntos. Estas historias eran igualmente emocionantes pero sin hacerlo sentir asustado.

Matías aprendió una lección importante sobre cómo controlar sus propios miedos y no dejar que las historias lo dominen. Y así, continuo disfrutando leyendo libros emocionantes sin tener miedo a quedarse atrapado en una historia aterradora nunca más.

FIN.

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