El valiente Nilo y su aventura escolar
Había una vez un pequeño cocodrilo llamado Nilo que vivía en la orilla del río. Era un cocodrilo muy amigable y curioso, siempre buscando nuevas aventuras.
Sin embargo, había algo que le preocupaba mucho: el comienzo de la escuela. El primer día de clases estaba cada vez más cerca y Nilo se sentía cada vez más nervioso. No sabía si haría amigos o si sería capaz de aprender todas las cosas que le enseñarían en la escuela.
Además, estar separado de su mamá durante tanto tiempo le daba miedo. Una noche, mientras Nilo estaba acostado en su cama pensando en todo esto, su mamá se acercó a él con una sonrisa amorosa en el rostro.
"¿Qué te pasa, mi querido Nilo? Veo que estás preocupado", dijo su mamá cariñosamente. Nilo suspiró y confesó: "Mamá, estoy asustado por el primer día de clases.
No sé si haré amigos ni si podré estar sin ti durante tanto tiempo". Su mamá lo abrazó con ternura y le dijo: "Entiendo tus temores, pero recuerda que todos los niños sienten lo mismo cuando empiezan algo nuevo. Es normal tener miedo a lo desconocido".
Nilo miró a su mamá con curiosidad y preguntó: "¿Tú también tuviste miedo cuando empezaste la escuela?"Su mamá sonrió y asintió. "Claro que sí, mi pequeño cocodrilito. Todos tenemos miedos en algún momento de nuestras vidas.
Pero debemos recordar que somos fuertes y valientes, y que siempre habrá personas dispuestas a ayudarnos". Nilo reflexionó sobre las palabras de su mamá y decidió enfrentar sus temores.
Al día siguiente, cuando llegó el primer día de clases, Nilo se armó de valor y entró al aula con una sonrisa en su rostro. A medida que pasaba el tiempo, Nilo comenzó a conocer a sus compañeros de clase.
Se dio cuenta de que todos estaban un poco asustados al principio, pero rápidamente se dieron cuenta de que tenían mucho en común. "¡Hola! Soy Nilo", se presentó el pequeño cocodrilo con entusiasmo. Sus nuevos amigos le devolvieron la sonrisa y dijeron: "¡Hola, Nilo! Nos alegra conocerte".
Desde ese momento, Nilo supo que había tomado la decisión correcta al enfrentar sus miedos. Descubrió que aprender era divertido y emocionante, y que tenía muchos amigos dispuestos a apoyarlo en todo momento. Los días pasaron volando y antes de darse cuenta, llegaron las vacaciones escolares.
Nilo estaba triste por separarse nuevamente de su mamá durante tanto tiempo. Sin embargo, esta vez sabía cómo lidiar con sus sentimientos. Recordaba las palabras sabias de su mamá: "Siempre habrá personas dispuestas a ayudarnos".
Así es como aprendió a confiar en sí mismo y en los demás. Cuando regresó a casa después del último día de clases antes de las vacaciones, Nilo abrazó fuertemente a su mamá y le dijo: "Gracias por enseñarme cómo superar mis miedos.
Ahora sé que puedo enfrentar cualquier desafío". Su mamá lo abrazó de vuelta con amor y le dijo: "Estoy orgullosa de ti, mi valiente cocodrilito. Recuerda que siempre estaré aquí para apoyarte en todo lo que necesites".
Y así, Nilo aprendió una valiosa lección: enfrentar nuestros miedos nos permite crecer y descubrir nuestro verdadero potencial. Desde ese día en adelante, nunca más dejó que el miedo lo detuviera de vivir nuevas aventuras y hacer nuevos amigos.
FIN.