El valiente Pancho y la venganza en la huerta



Había una vez, en un hermoso campo argentino, una huerta llena de deliciosas frutas y verduras. Pero los animales traviesos siempre encontraban la manera de entrar y arruinar las cosechas.

Un día, el dueño de la huerta decidió poner un espantapájaros para proteger sus cultivos. Así que construyó uno con palos de madera, ropa vieja y un sombrero de paja. Le puso ojos brillantes y una gran sonrisa para asustar a los intrusos.

El espantapájaros se llamaba Pancho y estaba muy emocionado por su nuevo trabajo. Se paraba firme en medio de la huerta durante todo el día, esperando protegerla con todas sus fuerzas.

Un grupo de pájaros curiosos se acercó a Pancho para conocerlo mejor. El líder del grupo era Pepito, un pequeño gorrión valiente pero inquieto. "¡Hola Pancho! ¿Qué haces aquí? ¡Nunca antes habíamos visto a alguien como tú!"- exclamó Pepito con entusiasmo.

"¡Hola Pepito! Soy el espantapájaros encargado de cuidar esta hermosa huerta. Mi misión es ahuyentar a los animales que quieran comerse las frutas y verduras. "- respondió Pancho orgulloso. Pepito miró alrededor y vio las plantas llenas de alimentos apetitosos.

"Pero Pancho, nosotros solo queremos comer algo rico. "Pancho pensó por un momento y tuvo una idea brillante. "¿Qué tal si les enseño cómo conseguir comida sin dañar la huerta? Podemos buscar semillas en otros lugares o comer insectos que no dañen los cultivos.

"Pepito y sus amigos se emocionaron con la idea y aceptaron el desafío. Juntos, exploraron los alrededores en busca de alternativas alimenticias. Descubrieron un lugar lleno de bayas silvestres y gusanos deliciosos.

Día tras día, Pancho enseñaba a los pájaros diferentes maneras de conseguir comida sin dañar la huerta. Les explicaba cómo encontrar insectos beneficiosos para las plantas y cómo recolectar semillas sin arrancarlas.

Los animales traviesos comenzaron a darse cuenta de que ya no podían entrar fácilmente a la huerta. Pero en lugar de rendirse, idearon un plan malvado para vengarse. Una noche oscura, mientras todos dormían, los animales se acercaron sigilosamente a la huerta y empezaron a hacer ruido para despertar al dueño.

Querían culpar al espantapájaros por su maldad. El dueño corrió hacia la huerta asustado por todo el ruido pero se detuvo en seco cuando vio a Pancho parado firme en medio del campo.

"¡Pancho! ¿Has sido tú quien ha causado todo este alboroto?""No señor, yo he estado aquí todo el tiempo cuidando de su huerta. "- respondió Pancho con voz temblorosa. El dueño miró a su alrededor y vio a los animales escondidos detrás de los arbustos.

"Así que ustedes son los verdaderos culpables... ¡Fuera!"- gritó enfadado. Los animales huyeron asustados, comprendiendo que sus travesuras no les llevarían a ninguna parte.

Se dieron cuenta de que era mucho mejor seguir el ejemplo de Pancho y buscar comida en otros lugares sin dañar la huerta. Desde aquel día, Pancho se convirtió en un héroe para todos los animales del campo. La huerta floreció y se volvió aún más hermosa gracias a su valiosa ayuda.

Y así, Pancho demostró que con amor, paciencia y sabiduría se pueden resolver los problemas sin causar daño. Además, enseñó a todos que trabajar juntos es la mejor manera de proteger lo que amamos.

FIN.

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