El valiente paseo de la niña por el bosque


Había una vez una niña llamada Lola, a quien le encantaba pasear por el bosque cercano a su casa. Un día, decidió visitar a su abuela que vivía al otro lado del bosque.

A pesar de que su mamá le advirtió sobre el peligro de los lobos, Lola se sentía valiente y decidió emprender el viaje. -¡Mamá, no te preocupes! Voy a ser muy cuidadosa -dijo Lola antes de salir.

El bosque estaba lleno de árboles imponentes y cantos de pájaros. A medida que avanzaba, Lola escuchó pasos detrás de ella. Al girar, vio un lobo siguiéndola. -¡Oh, no! ¡Un lobo! -exclamó Lola con temor.

Pero en lugar de correr, recordó lo que su mamá le había enseñado sobre mantener la calma. Lentamente, comenzó a caminar con confianza. El lobo se acercó y le habló amablemente. -Hola, pequeña. ¿A dónde vas? -preguntó el lobo. -Voy a visitar a mi abuela. Está al otro lado del bosque -respondió Lola.

El lobo quedó impresionado por la valentía de la niña y decidió acompañarla. Durante el camino, el lobo le contó a Lola historias sobre el bosque y le enseñó a distinguir las plantas venenosas de las comestibles.

Finalmente, llegaron a la casa de la abuela. -¡Abuela, he llegado! -gritó Lola al entrar. La abuela abrazó cariñosamente a Lola y el lobo. -¡Vaya, vaya! ¿Quién es tu amigo, Lola? -preguntó la abuela.

Lola explicó cómo el lobo la había acompañado y protegido en su camino. La abuela sonrió y agradeció al lobo por su amabilidad. Desde ese día, el lobo y Lola se volvieron grandes amigos y solían pasear juntos por el bosque, siempre recordando la importancia de la valentía y la amistad.

Así, la niña aprendió que la bondad y el coraje pueden superar cualquier temor.

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