El valiente payaso y las galletas mágicas



Había una vez en el Circo de las Maravillas un payaso llamado Tito. Tito era un payaso muy divertido y hacía reír a todos con sus trucos y chistes. Pero Tito tenía un gran miedo, y ese miedo eran las galletas. Sí, las galletas le daban mucho miedo. No importaba si eran de chocolate, vainilla o rellenas, Tito temblaba cada vez que veía una galleta.

Un día, el dueño del circo, Don Cirilo, decidió organizar una gran fiesta para todos los artistas. Habría malabaristas, equilibristas, trapecistas y, por supuesto, payasos. Y para la sorpresa de Tito, habría una competencia de cocina donde cada artista debía preparar su mejor plato. Tito se puso muy nervioso, ¡no sabía cocinar y mucho menos hacer algo con galletas!

- Tito, ¿qué vas a preparar para la competencia? -le preguntó Lulu, la trapecista más valiente del circo.

- No lo sé, Lulu, tengo miedo de las galletas, no puedo hacer nada con ellas -respondió Tito con tristeza.

- ¡No te preocupes, Tito! Yo te enseñaré a hacer galletas y verás que no tienen nada de qué temer -exclamó Lulu con entusiasmo.

Tito aceptó la ayuda de Lulu y juntos comenzaron a preparar las galletas. Lulu le enseñó a mezclar los ingredientes, a cortar la masa en formas divertidas y a hornear las galletas hasta que estuvieran doradas y crujientes. Tito se dio cuenta de que las galletas no eran tan malas como pensaba, de hecho, ¡olían deliciosas!

Llegó el día de la competencia y Tito presentó sus galletas en forma de caritas sonrientes. Todos los artistas probaron las galletas de Tito y las encontraron deliciosas. Tito se sintió muy orgulloso y feliz de haber superado su miedo a las galletas.

Desde ese día, Tito se convirtió en el mejor chef de galletas del circo. Preparaba galletas de todos los sabores y formas, y cada vez que las comía, recordaba que no hay que tener miedo a lo desconocido, sino enfrentarlo con valentía. Y así, Tito demostró que incluso los miedos más grandes pueden ser superados con un poco de ayuda y mucha valentía.

FIN.

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