El valiente pollito y la tormenta en el bosque



Había una vez un pequeño pollito llamado Tomasito que vivía en una granja junto a su mamá y sus hermanitos. Tomasito era muy curioso y siempre quería explorar el mundo exterior.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en el corral, escuchó a su mamá decirle que se acercaba una fuerte tormenta al bosque. "¡Tomasito, no debes salir! La tormenta será peligrosa", le advirtió su mamá con preocupación.

Pero el pollito Tomasito tenía la idea fija de ir al bosque en busca de deliciosas lombrices para compartir con sus amigos. Así que decidió hacer caso omiso a las palabras de su mamá y escaparse sin que nadie lo viera. "-No te preocupes, mamá.

Solo iré un ratito y volveré antes de que llegue la tormenta", dijo Tomasito tratando de convencerse a sí mismo. Con paso ligero, el valiente pollito se adentró en el frondoso bosque lleno de árboles altos y misteriosos sonidos.

Mientras buscaba lombrices entre las hojas caídas, comenzaron a caer gotas gruesas del cielo y los truenos retumbaban cada vez más cerca. La lluvia se intensificó rápidamente, convirtiéndose en una torrencial tempestad.

El pobre Tomasito se encontraba perdido y asustado bajo la furia de la naturaleza. Intentó regresar corriendo hacia la granja, pero todo estaba oscuro y confuso debido al aguacero. "-¡Mamá! ¡Necesito ayuda!", gritó Tomasito mientras se resguardaba debajo de un arbusto.

En ese momento, una luz brillante apareció entre los árboles. Era su mamá, que había salido en su búsqueda a pesar del peligro. Con sus alas extendidas y empapadas por la lluvia, ella protegía a Tomasito de la tormenta.

"-¡Mamá! ¡Lo siento mucho! No debería haber desobedecido tus advertencias", dijo el pollito arrepentido y tembloroso. "-No te preocupes, hijito. Lo importante es que estás a salvo. Siempre estaré aquí para cuidarte", respondió su mamá con cariño, abrazándolo con ternura bajo sus alas.

Juntos, madre e hijo regresaron a la granja mientras la tormenta se iba calmando poco a poco. El pequeño Tomasito aprendió una valiosa lección sobre escuchar a quienes más nos quieren y confiar en sus consejos sabios.

Desde aquel día, el pollito Tomasito siempre fue obediente y respetuoso con su mamá.

Aprendió que no importa cuánto deseemos algo o lo emocionante que parezca, siempre es mejor escuchar las advertencias de nuestros seres queridos para evitar poner en riesgo nuestra seguridad. Y así vivieron felices en la granja, compartiendo lindos momentos en familia y disfrutando cada día como una nueva aventura llena de amor y aprendizaje.

FIN.

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