El valiente ratón en el armario



Había una vez una niña llamada Sofía que tenía mucho miedo de ir a la escuela. Cada mañana, cuando su mamá la despertaba, Sofía se escondía debajo de las sábanas y no quería salir de la cama.

Un día, mientras estaba escondida bajo las sábanas, Sofía escuchó un susurro proveniente del armario. Curiosa, salió de su escondite y abrió el armario lentamente. Para su sorpresa, encontró a un pequeño ratón parlante llamado Rodolfo.

"¡Hola! ¿Qué haces aquí?", preguntó Sofía intrigada. "¡Hola! Soy Rodolfo y he venido a ayudarte con tu miedo a la escuela", respondió el ratón con una sonrisa.

Sofía quedó asombrada por encontrar un ratón que hablaba en su armario, pero también se sintió aliviada porque alguien quería ayudarla con su problema. "¿Cómo puedes ayudarme?", preguntó Sofía emocionada. Rodolfo explicó que él había sido un ratoncito muy temeroso en el pasado y había encontrado algunas estrategias para superar sus miedos.

Le dijo a Sofía que juntos podrían enfrentar su miedo a la escuela día tras día hasta que desapareciera por completo. Así comenzaron las aventuras diarias de Rodolfo y Sofía.

Cada mañana, antes de irse a la escuela, Rodolfo acompañaba a Sofía en todas sus actividades cotidianas para ayudarla a sentirse más segura. La primera semana fue difícil para Sofía. Tenían que pasar por un parque lleno de perros y eso la asustaba mucho.

Pero Rodolfo le enseñó a respirar profundamente y a repetirse frases positivas que la ayudaban a calmarse. Poco a poco, Sofía comenzó a sentirse más valiente. En la segunda semana, Sofía tenía que enfrentar el miedo de hablar en clase.

Cada vez que tenía que responder una pregunta, su voz se ponía temblorosa y sus manos sudaban. Pero Rodolfo le recordaba lo inteligente y valiente que era, dándole confianza para participar activamente en las clases.

A medida que pasaba el tiempo, Sofía comenzó a disfrutar cada vez más de ir a la escuela. Había hecho nuevos amigos, aprendido cosas emocionantes y descubierto un mundo lleno de posibilidades.

Un día, cuando ya no sentía miedo al despertar por las mañanas, Sofía fue al armario para buscar a Rodolfo pero no lo encontró. Llorando desconsoladamente pensando que había perdido a su fiel amigo ratón. "¡Sofía! ¡Aquí estoy!", escuchó una vocecita proveniente del escritorio.

Cuando miró hacia allí vio una pequeña nota debajo de un libro: "Querida Sofi, he visto cómo has superado tus miedos y me siento muy orgulloso de ti. Ya no necesitas mi ayuda porque eres una niña valiente y fuerte por tu cuenta.

Siempre estaré aquí en tu corazón cuando necesites valor extra. Con cariño, Rodolfo". Las lágrimas se convirtieron en sonrisas mientras Sofía guardaba la nota cerca de su corazón.

Sabía que, aunque Rodolfo ya no estuviera físicamente a su lado, siempre tendría el coraje y la valentía que le había enseñado. Y así, Sofía continuó asistiendo felizmente a la escuela, enfrentando nuevos desafíos con confianza y recordando siempre a su querido amigo ratón.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!