El valiente Sebastiano y sus amigos del bosque



Un día, mientras Sebastiano jugaba en el bosque, escuchó un ruido extraño proveniente de un arbusto cercano. Curioso como siempre, se acercó y encontró a un pequeño pajarito atrapado entre las ramas.

"¡Oh no! ¿Estás bien?"- preguntó preocupado Sebastiano. El pajarito estaba asustado y le explicó que se había caído del nido y no podía volar para regresar con su familia. Sin pensarlo dos veces, Sebastiano decidió ayudarlo.

Con su fuerza de oso, rompió suavemente las ramas que aprisionaban al pajarito y lo sostuvo delicadamente en sus manos. "No te preocupes, pequeñín. Te llevaré de vuelta a tu hogar"- dijo Sebastiano con una sonrisa.

Sebastiano caminó cuidadosamente hasta encontrar el árbol donde estaba el nido del pajarito y lo colocó nuevamente junto a sus hermanitos. La mamá pájaro llegó rápidamente y le agradeció a Sebastiano por salvar a su bebé.

A partir de ese día, Sebastiano sintió una gran satisfacción al ayudar a otros animales en apuros. Decidió convertirse en el "Oso Ayudador" del bosque y prometió estar siempre atento para brindar su ayuda cuando fuera necesario.

Un día soleado, mientras caminaba por el bosque en busca de alguien a quien ayudar, escuchó un llanto desconsolado cerca del río. Se acercó corriendo y vio a una tortuguita llamada Tita llorando porque no podía llegar al otro lado del río para reunirse con su familia.

"¡No te preocupes, Tita! Te ayudaré a cruzar el río"- exclamó Sebastiano decidido. Con mucho cuidado, Sebastiano levantó a Tita en sus patas y comenzó a cruzar el río.

A mitad de camino, una fuerte corriente intentó arrastrarlos, pero Sebastiano luchó contra ella y logró llegar al otro lado sano y salvo junto con Tita. La tortuguita estaba muy agradecida y le dijo a Sebastiano que siempre estaría allí para ayudarlo si alguna vez lo necesitaba.

Desde ese momento, se convirtieron en grandes amigos y juntos siguieron recorriendo el bosque en busca de animales que necesitaran ayuda. Un día, mientras exploraban una cueva oscura, escucharon un llanto proveniente del fondo. Bajaron sigilosamente y encontraron a un pequeño mapache llamado Matías atrapado entre las rocas.

"¡Ayuda! No puedo salir"- gritaba Matías desesperado. Sebastiano no dudó ni un segundo y comenzó a empujar las rocas con todas sus fuerzas hasta que finalmente lograron liberar al mapache.

Matías estaba tan feliz que decidió unirse al equipo del "Oso Ayudador" para poder devolverle el favor algún día. Juntos, Sebastiano, Tita y Matías continuaron ayudando a todos los animales del bosque.

Ya sea rescatando pajaritos atrapados o guiando abejas perdidas de regreso a su colmena, siempre estaban dispuestos a tender una pata amiga. El nombre de Sebastiano se hizo famoso en todo el bosque, y los animales sabían que podían contar con él en cualquier momento.

Sebastiano se sentía orgulloso de haber encontrado su propósito en la vida: ayudar a los demás. Y así, el osito Sebastiano demostró que no importa cuán pequeño o grande seas, siempre puedes hacer una diferencia en la vida de alguien.

Con amor, amistad y un corazón dispuesto a ayudar, todos podemos ser como Sebastiano, el "Oso Ayudador" del bosque.

FIN.

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