El valiente soldado miedoso



Había una vez un abuelo que le encantaba contarle a su nieta historias de cuando él era joven. Pero en lugar de relatar hazañas valientes, el abuelo contaba cómo él era un soldado miedoso.

"¡Abuelo, cuéntame otra vez cómo eras de miedoso pero te convertiste en valiente!" pedía la nieta emocionada. El abuelo sonreía y comenzaba a contar: Un día, en plena batalla, yo sentía tanto miedo que no podía moverme. Mis compañeros luchaban valientemente, pero yo estaba paralizado.

De repente, vi a un compañero en apuros y, a pesar de mi miedo, corrí para ayudarlo. Ese acto de valentía cambió todo. A partir de ese día, decidí enfrentar mis miedos y convertirme en un soldado valiente.

La nieta escuchaba atentamente cada palabra, admirando la valentía de su abuelo. Aprendió que todos enfrentamos miedos, pero lo importante es superarlos con valentía.

El abuelo le enseñó que la verdadera valentía no es la ausencia de miedo, sino el coraje para actuar a pesar de él. Y así, entre risas y abrazos, el vínculo entre abuelo y nieta se hizo aún más fuerte.

FIN.

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