El valiente viaje al océano
En un hermoso pueblo costero de Argentina, vivía Nórdica, una perra caniche de color naranja. A Nórdica le encantaba jugar en el parque y correr junto a sus amigos perros, pero había algo que la asustaba mucho: el océano.
Cada vez que sus amigos animals iban a la playa a disfrutar del agua salada y las olas, Nórdica se quedaba atrás temblando de miedo.
Ella veía cómo todos se divertían, pero su miedo era tan grande que no podía siquiera acercarse al mar. Un día soleado, mientras los demás perritos jugaban en la playa, Nórdica decidió enfrentar su miedo. Se acercó tímidamente al borde del agua y miró cómo las olas besaban la orilla.
Su corazón latía muy rápido y sentía ese cosquilleo en su estómago que solo aparece cuando estamos frente a algo desafiante. De repente, escuchó una vocecita llamándola desde el agua. "-¡Nórdica! ¡Ven aquí!", dijo una pequeña tortuga marina llamada Marina.
Nórdica se sorprendió y preguntó: "-¿Cómo sabes mi nombre?". Marina sonrió amablemente y respondió: "-Todos los animales marinos conocemos tu historia, Nórdica. Sabemos lo valiente que eres por intentar superar tus miedos".
Intrigada por las palabras de Marina, Nórdica decidió acercarse más al océano para escuchar mejor lo que tenía para decirle.
Marina le explicó que ella también había tenido miedo al principio, pero que había aprendido a disfrutar del océano y quería ayudar a Nórdica a hacer lo mismo. Juntas, Marina y Nórdica comenzaron a explorar las maravillas del océano.
Vieron peces de colores brillantes nadando alegremente entre los corales, delfines saltando por encima de las olas y hasta un simpático pulpo que les enseñó cómo esconderse en su tinta. Nórdica se dio cuenta de que el océano no era tan temible como ella pensaba.
Descubrió la belleza debajo de esas aguas azules y se sintió parte de algo mucho más grande que ella misma. Con el tiempo, Nórdica superó completamente su miedo al océano. Ahora podía jugar con sus amigos animals en la playa sin preocuparse por las olas.
Y cada vez que veía una puesta de sol sobre el horizonte marino, recordaba la valiosa lección que Marina le había enseñado: nunca dejar que el miedo nos impida descubrir cosas nuevas y sorprendentes.
Desde aquel día, Nórdica se convirtió en una defensora del océano y siempre contaba a todos los animales del pueblo todas las maravillas que había descubierto bajo sus aguas cristalinas. Y así fue como Nórdica dejó atrás su miedo al océano para convertirse en una perra valiente e inspiradora para todos los demás animales.
Aprendió que enfrentar nuestros miedos puede llevarnos a lugares increíbles y abrirnos puertas hacia experiencias maravillosas.
FIN.